La consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturias no tiene previsto adaptar la normativa sobre las viviendas turísticas a las necesidades del Ayuntamiento de Oviedo. Fuentes la administración regional aseguran que dudan de la legalidad de la propuesta del edil Ignacio Fernández del Páramo. Planteaba que se deje de exigir la licencia de apertura para este tipo de alojamientos hasta que el Consistorio pueda regular las mismas, a través del nuevo Plan Urbano, que se demorará "entre tres y cuatro años".

Actualmente hay en la ciudad alrededor de 40 viviendas vacacionales (alquiladas íntegramente) y viviendas de uso turístico (arrendadas por habitaciones). El problema es que para dicho registro es necesario disponer de licencia de apertura y la normativa municipal vigente sólo prevé su concesión a las que se asemejen a hostales y pensiones. Concretamente, la norma sólo permite este tipo de licencias para las viviendas que estén en un bajo o en un primer piso, por lo que la gran mayoría quedan excluidas.

Técnicos de la administración regional reconocen que la práctica habitual de los propietarios de este tipo de alojamientos en la ciudad es utilizar la solicitud de la licencia para culminar los trámites a sabiendas de que esta les será posteriormente rechazada. La fórmula no convence a muchos de los propietarios, temerosos de sufrir algún incidente que pueda traerles consecuencias legales. Dicha "trampa" queda plasmada en el propio registro, en el que casi todas las viviendas dadas de alta tienen su licencia "en tramitación".

Fuentes del Principado señalan que estos problemas sólo se dan en Oviedo, mientras que municipios como Gijón o Llanes, con numerosas viviendas turísticas, pueden cumplir a rajatabla y sin ningún problema los requisitos que establece un decreto autonómico de agosto del año pasado. Desde la entrada en vigor de la normativa se dieron de alta un millar de inmuebles de este tipo en toda la región y se sospecha que en Oviedo podrían ser muchas más las que pasarían a formar parte del registro regional si se solucionasen los problemas legales.

De todos modos, parece que la situación tendrá difícil solución, pues Fernández del Páramo no ve más alternativa a nivel municipal que esperar al nuevo PGO, mientras que la otra alternativa, que trasladó hace meses al Principado, sería que Turismo dejase de exigir la licencia. Mientras, algunas fuentes apuntan a que el Consistorio utiliza el silencio administrativo para eludir la confirmación de que no pueden acceder al indispensable permiso de apertura.

Personal de la consejería señala que la administración regional opta por echar balones fuera ante un problema que achacan únicamente a un desfase normativo de índole municipal que corresponde solucionar al Ayuntamiento. Además, consideran que la posibilidad de no exigir la concesión de una licencia podría generar problemas a los propietarios. "No cabe en ninguna cabeza que se pueda abrir un negocio sin el pertinente permiso municipal", sostienen, aunque de momento la consejería no responde de manera oficial a la solución planteada por los miembros del tripartito ovetense.