Menudo cabreo tenía ayer Julio García. El ocho veces campeón del mundo y cuatro de Europa de press banca -que se ha convertido en el epicentro de la polémica debido al espectáculo que rodeó a su pregón en las fiestas de Montecerrao- optó por acudir bien de mañana a un gimnasio de la ciudad para sudar su "impotencia" moviendo kilos sin descanso. "Machista yo... Era lo que me faltaba. Bufff, cada vez que lo pienso...", mascullaba entre esfuerzos. Y de repente, como si un interruptor saltase en su cabeza, lo suelta: "Esto no puede quedar así. Mañana (por hoy) me planto en el Ayuntamiento con mi falda, bueno con mi kilt escocés, para explicarles a los políticos y a todo el mundo que yo no tengo nada de machista, que respeto a todo el mundo y que me están tendiendo una encerrona".

Julio García lleva en vilo desde el pasado jueves, el día que ofreció el pregón de las fiestas de Montecerrao. Esa noche, dos chicas ligeras de ropa se subieron con él al escenario y protagonizaron un baile que para algunos resultó ser demasiado atrevido. Una de las asociaciones vecinales del barrio denunció los hechos, LA NUEVA ESPAÑA se hizo eco en exclusiva y la noticia voló por las redes junto con el vídeo del pregón. Los denunciantes critican que las muchachas, vestidas de colegialas y con minifaldas diminutas, hayan enseñado su ropa interior o realizado "bailes lascivos" a una hora en la que todavía había niños. Los partidos políticos y varias asociaciones de mujeres coinciden en que situaciones como la ocurrida en Montecerrao no pueden volver a repetirse. "Y yo en medio de todo este lío, sin comerlo ni beberlo", lamenta Julio García.

Sin embargo, la asociación vecinal del barrio y organizadora de las fiestas, a cuyo frente está Ramón del Fresno, emitió ayer un comunicado en el que responsabiliza al deportista del "desafortunado e incorrecto pregón". "Pedimos disculpas por nuestra responsabilidad en la elección de un pregonero que no ha estado a la altura de unas fiestas como las de Montecerrao", sostiene el colectivo, que rechaza "cualquier tipo de ofensa, machista, xenófoba u homófoba". Además, la asociación afirma que "todos los pregoneros anteriores pueden atestiguar que nunca hemos marcado directriz alguna en cuanto a formato y contenido".

Frente a esta versión, Julio García insiste en que él no sabía nada de lo de las chicas hasta que llegó al acto. "Me dijeron que iban a subir y yo no soy nadie para decir que no. Ellas estaban trabajando, ¿iba yo a mandarlas a casa sin cobrar?", explica García. Sobre Ramón del Fresno asegura que "ese señor es un men-ti-ro-so, así de claro lo digo, para que lo entienda bien". "Yo soy lo que se ve, ¿cómo voy a despreciar a las mujeres si en el pregón estaban mi mujer y mi madre? Bueno, mi madre me dijo que eso de que las mozas enseñasen el culo igual no estaba muy bien, pero cada uno tiene que pensar lo que quiera, yo no me meto; fui a hacer lo que iba a hacer y me marché con mi esposa", subraya.

"¿Pero como iba yo a contratar a esas chicas si las fiestas son suyas?", se pregunta en voz alta el laureado deportista, visiblemente indignado con quienes quieren responsabilizarle de un escándalo que niega tajantemente haber organizado por su cuenta.

Las dos chicas que se subieron al escenario forman parte del equipo de Ángela Show, el espectáculo de una empresaria de la noche ovetense que organiza fiestas con bailarines. "Ángela, que es una pedazo de profesional, fue la que me dijo que iban a subir las chicas y no me negué", recalca Julio García. El deportista asegura además que Ramón del Fresno le montó "una encerrona", porque le solicitó que lanzase un mensaje con doble lectura. "Me pidió que dijese que a ver si subía el Oviedo y que no fuese por una moneda al aire", explica García. El pregonero afirma que no entendió el mensaje y que Del Fresno le contó entonces que el Alcalde había elegido "a cara o cruz" a la mujer que va a representar a los ciudadanos en el concurso internacional de ideas del Cristo. "Me dijo que ese sorteo lo habían ganado los socialistas, pero yo le dije que era un paisano de Figaredo y que no hablaba de política", asevera Julio García.

Para Natalia Caramelo, una de las dos bailarinas que participaron en el pregón, "todo este circo es puro politiqueo enmascarado tras la fachada de una protesta por la denigración de la mujer". Al menos así lo escribió ayer en el Facebook de Julio García para darle apoyo. "A nosotras no se nos contrató ese día para hacer un show, así que no había nada preparado. La fiesta para la cual yo estoy contratada es el lunes (por hoy). Lo del jueves fue una improvisación de última hora (...) y Ángela fue la que nos contrató", escribe. "Salimos de niñas malas porque es parte de nuestro vestuario (...) Fue una chuminada, una tontería y no nos sentimos denigradas", dice. Caramelo asegura que accedieron al escenario para promocionar el show de esta noche en la fiesta, que se prevé calentito.