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Alarma en el centro de Oviedo por nuevas marcas de ladrones para identificar pisos vacíos

Las señales en las puertas aparecidas ayer en la calle de los Avellanos también se detectaron en el Cristo, Buenavista, la Argañosa y el Naranco

Un coche policial, ayer, en la calle de los Avellanos. LNE

La proliferación de testigos de plástico en puertas de edificios del centro, colocados por ladrones para señalizar viviendas vacías en las que se podría robar fácilmente, está desatando la alarma entre los vecinos. Después de la aparición de este tipo de marcas en inmuebles del Cristo, Buenavista, la Argañosa y el Naranco, donde se han registrado asaltos a pisos, la última denuncia llegó ayer desde la calle de los Avellanos. Los residentes alertaron a la Policía Nacional de que varias viviendas cuyos propietarios están de vacaciones fuera de la ciudad presentaban este tipo de señales, lo que les hace sospechar de la existencia de una banda organizada que pudiera estar preparando varios golpes en la zona.

Estos testigos de plástico son unas pequeñas marcas de tamaño inferior a una uña, que los cacos colocan entre la puerta y el marco para comprobar si hay gente en casa. Una banda las utilizó hace ahora justo un año para asaltar media docena de viviendas, repartidas por diferentes barrios de la ciudad, mediante el método del "bumping", sofisticada técnica que consiste en forzar las cerraduras sin dejar huellas.

Una patrulla de la Policía se pasó en torno a las once de la mañana de ayer por la céntrica calle de los Avellanos para atender la llamada vecinal. "Menos mal que en teoría somos una ciudad segura", se resignaba una vecina que se vio sorprendida por la presencia de agentes en las escaleras del bloque sin saber cuál era su cometido. "Da un poco de miedo pensar que los delincuentes nos tienen tan vigilados", añadió la misma mujer, que reclamó penas severas como respuesta a los ya habituales robos veraniegos.

Interrogatorios

La actuación de los agentes consistió en constatar la existencia de cintas situadas en los marcos de las puertas, así como tratar de comprobar que no se habían producido robos y retirar las cintas para dejar sin referencia a los cacos que, posiblemente, tendrían pensado actuar estos días. "La verdad es que dejaron pocas sin encintar", comentaron los vecinos después de ser interrogados por los policías, que también tomaron fotos como testimonio de la situación denunciada por los propios habitantes del bloque de viviendas.

Esta situación no pilla por sorpresa a los ovetenses, que en los últimos veranos vienen padeciendo numerosos robos mediante la conocida técnica del "bumping", un sistema que permite forzar cerraduras sin dejar huellas y que los cacos complementan con un sistema de señalización de las viviendas mediante cinta que les concede pistas sobre si están ocupadas o no. Se trata de un "modus operandi" que solo en lo que va de verano ya cuenta con casos denunciados en el Cristo, las torres de Buenavista, la Argañosa o Monte Naranco.

El objetivo final de los ladrones son los objetos de valor y, especialmente, las joyas y el dinero. Una búsqueda para la que no dudan en revolver todas las habitaciones y los muebles de las viviendas. Eso sí, después de entrar de manera sigilosa en el interior de la vivienda, huyen con tal discreción que ni siquiera los vecinos que permanecen en la zona se enteran de los asaltos hasta el retorno de las vacaciones de los residentes afectados por estos procedimientos.

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