El alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, descartó ayer la posibilidad de ampliar el plazo límite previsto por el Ayuntamiento -el 30 de septiembre- para completar la adaptación de las terrazas de tipo B a la nueva ordenanza municipal, tal y como solicitó Ciudadanos. El regidor considera que las prórrogas sólo deben ser concedidas de manera "extraordinaria" y que, en último término, "suponen un agravio comparativo" con quienes ya hicieron los deberes.

Preguntado por la petición de Ciudadanos de ampliar los plazos al existir más de medio centenar de locales que todavía no iniciaron los trámites de adaptación de sus instalaciones, López señaló que no se prevén cambios en un calendario que, en su día, se amplió de abril a finales de septiembre. "Si hay que cambiar de plazo tiene que ser por algún motivo de fuerza mayor", indicó el Alcalde socialista. A su juicio, en caso de aprobarse una nueva prorroga se produciría "una discriminación con los hosteleros que ya están dentro de la norma".

Por todo ello, López se mostró partidario de hacer de las moratorias algo muy puntual. "No deberían existir y, en todo caso, deben de ser una excepción", apuntó el regidor, reivindicando su deber de "hacer cumplir ya las normas, que para eso están".

La aplicación de la nueva ordenanza de terrazas obliga a los dueños a convertirlas en desmontables y a separarlas de las fachadas de los edificios. El Consistorio ha dado como fecha límite para este trámite el 30 de septiembre, previo acuerdo con miembros del sector hostelero.