"Hay que dar un toque de atención para que por parte del tan manido ´quien corresponda´ se tomen medidas para evitar todos los ruidos innecesarios, que, dicho sea de paso, van proliferando ya excesivamente. Y lo malo es que estos ruidos se producen a las horas más intempestivas, que son las de la noche. Así, por ejemplo, va tomando carta de naturaleza en Oviedo esta fauna gamberril de motoristas o ´seatistas´ de escape abierto que campan por sus respetos por las vías ciudadanas sin que nadie les llame la atención".