"Las obras iniciadas por el Ayuntamiento, a un ritmo contra reloj y con fecha límite de finalización en septiembre, en al menos doce puntos de la ciudad, varias calles en el centro, la zona más transitada, dan estos días la impresión de que en Oviedo todo está patas arriba. Zanjas, excavadoras, vallas y pedregales en vez de aceras son los obstáculos con los que los vecinos se tropiezan. Las obras, que se desarrollan a lo largo de cien días, requieren una inversión de 500 millones de pesetas".