El arquitecto Ramón Fernández-Rañada, autor del plan especial para el Naranco redactado en los primeros años noventa del pasado siglo y que nunca llegó a ejecutarse, considera que sigue siendo viable el desarrollo turístico para la cima del monte que se recogía en aquel documento, en el que también estaba incluida la variante del Prerrománico que impulsa ahora el Consistorio con el objetivo de alejar la carretera de San Miguel de Lillo y de Santa María del Naranco. En concreto, el planteamiento de Rañada pasa por habilitar un aparcamiento con capacidad para 260 vehículos, un hotel dotado con estacionamiento subterráneo, una guardería infantil para la temporada alta, dos restaurantes, un área de bares, varios miradores sobre Oviedo y zonas de paseos y servicios. A juicio del urbanista, el complejo apenas genera impacto ambiental, ya que se adaptaría a la forma alomada de la cima, de manera que no sería visto desde la ciudad.
Rañada también defiende la "total viabilidad" del nuevo tramo de carretera al Naranco que planteaba su plan y que trata de desarrollar ahora la Concejalía de Urbanismo. Es su respuesta a las objeciones de partida planteadas por José Antonio Sáenz de Santa María, presidente del Colegio de Geólogos de Asturias, acerca del riesgo de que el desconocimiento de las características geotécnicas del terreno puede conducir a la excavación de taludes inadecuados que obliguen a acometer complejas y costosas reparaciones o modificaciones. "El plan se hizo de manera rigurosa y la propuesta de la carretera cuenta con un estudio geotécnico y geomorfológico", subraya Ramón Fernández-Rañada. En todo caso, el arquitecto respalda las excavaciones que ha anunciado la Consejería de Cultura en el entorno antes de dar el visto bueno al proyecto que pretende ejecutar el Ayuntamiento, aunque duda mucho que pueda ofrecer novedades. "Sería una sorpresa muy agradable, pero no creo que aparezca nada", sostiene el arquitecto.
Según ha confirmado Ignacio Fernández Del Páramo, concejal de Urbanismo, la variante del Prerrománico tendrá un impacto medioambiental y visual muy bajo, que en ningún caso supondrá una agresión al Naranco ni a las localidades de su entorno. La vía de circunvalación tendrá una longitud de 1,4 kilómetros para alejar el tráfico de un conjunto monumental milenario y que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La previsión es que tenga seis metros de ancho y que incorpore un carril-bici en el sentido de subida. Partirá de la avenida de los Monumentos, donde está la parada de autobús de Las Delicias, poco antes del desvío hacia Ules y el Centro Asturiano. Luego, discurrirá por un pequeño túnel en las inmediaciones de Constante, para enlazar con la calzada actual en un tramo ubicado más arriba de la Parrilla Buenos Aires. Fernández-Rañada propone pequeñas variantes en las curvas para endurecer la subida a los ciclistas.
