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Cambios para un servicio "correcto"

Los usuarios de los autobuses temen que las modificaciones generen confusión y los conductores piden más tiempo para algunos recorridos

El plan de mejoras que impulsa el Ayuntamiento de Oviedo para el transporte urbano, que incluye una nueva línea rápida para conectar el polígono del Espíritu Santo con las facultades del Cristo, generará "confusión" los primeros días pero será beneficioso para los usuarios. Así lo consideran los viajeros de los autobuses de Transportes Unidos de Asturias (TUA) que valoran de forma positiva un servicio que, además de "correcto", es "puntual". Los conductores, además, piden más tiempo para líneas como la J, que va de San Claudio a Otero y está "muy ajustada".

María Jesús Fernández es asistente social y coge el autobús un mínimo de dos veces al día para ir a trabajar. Lamenta que las modificaciones en las que trabaja en consistorio supongan la retirada de algunas paradas que algunos vecinos echarán de menos. Considera, sin embargo, que el servicio "funciona bastante bien". Con respecto a la nueva línea rápida, bautizada con la letra "R", María Jesús Fernández señala que es una buena idea, pero se muestra escéptica. Asegura que su éxito dependerá de la forma en que se ponga en funcionamiento. "Hasta que lo use no sabré si ofrece una solución o no", dice la viajera mientras espera en una de las paradas de la calle Marqués de Santa Cruz.

Por su parte, Carlos Lucero, que trabaja como técnico de reparación de maquinaria de hostelería y utiliza el bus urbano para ir y volver del centro de la ciudad desde su domicilio, en La Tenderina, apunta que la nueva línea aportará un valor añadido a un servicio que califica de "correcto". "Yo estoy muy conforme", dice el viajero, que considera que la línea R, además de ampliar el abanico de opciones para los usuarios, "ayudará a otras líneas, que es probable que ya no vayan tan saturadas".

En el plan de mejoras, que aún tiene que pasar el proceso de alegaciones, los trabajadores consideran que se debería tener también en cuenta el tiempo que tardan en hacerse los recorridos. Yolanda Rodríguez conduce un autobús de la línea J, "el mejor de la empresa, uno de los lleva el escudo del Real Oviedo". En su opinión, se debería dar más flexibilidad a los trabajadores que recorren al volante el camino que va de Otero a San Claudio porque, "aunque el usuario no lo perciba, está muy ajustada de tiempo". De este modo, "cuando hay algo de atasco es muy difícil cumplir el horario". Una situación que se repite en otros momentos en los que el tráfico es muy intenso como, por ejemplo, cuando los padres llevan y traen a sus hijos de los distintos colegios de la ciudad.

De todas maneras, los usuarios, como la estudiante Patricia Fernández, valoran la puntualidad del autobús. Utiliza la línea L para llegar desde Trubia, donde vive, al campus del Cristo, donde acude a sus clases en la universidad. "Es la mejor opción para venir a Oviedo", dice Patricia Fernández que destaca que mientras que el TUA "pasa siempre a su hora", el tren lo hace "cuando quiere".

Paul Melgar, que trabaja en el sector de la construcción y las reformas y también vive en Trubia, es otro de los que prefieren viajar por carretera. "Me muevo mucho en transporte público y soy usuario regular de las líneas H, F y C", explica mientras espera junto a una de las paradas de la calle Uría. La principal ventaja que le encuentra al autobús es el precio, "más económico que el tren". Una diferencia que atrae a muchos en unos tiempos en los que la economía de los hogares no está para grandes dispendios. Con respecto a los cambios propuestos por la concejalía de Infraestructuras, que dirige la socialista Ana Rivas y que incluye una ampliación de 27 kilómetros de los distintos recorridos y nuevas paradas en Santo Medero, Ayones y Llagú, considera que "habrá confusión durante los primeros días". Y justifica su afirmación recordando la situación que se vivió después de que las distintas líneas dejaran de nombrarse con números para utilizar las letras. "Muchos todavía nos equivocamos", destaca Paul Melgar.

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