Los voladores de Papantla, que giran en el aire atados por los pies a lo alto de un palo en un ritual indígena, aparecen a menudo en los cuadros de Pedro Trueba Zepeda (Veracruz, México; 1967). El artista también se recrea con los toros y los caballos, en los barcos y el mar, en los árboles y las plantas y los paisajes urbanos. Los inserta en fondos abstractos hasta fundirlos en ellos. "Pinto el recuerdo de lo que he visto", dice, y partiendo de la figuración y el arte académico explora territorios más conceptuales. El color, rabioso, y las texturas, densas, sobresalen en sus obras. Los ovetenses podrán comprobarlo con sus propios ojos en otoño, cuando Pedro Trueba traiga sus cuadros a la ciudad.

Del 16 al 26 de noviembre una selección de la obra más reciente de Pedro Trueba se verá en el auditorio Príncipe Felipe. "Exponer en Oviedo es un sueño", admitía el artista la semana pasada, de paso por la ciudad.

El mexicano es autor de más de nueve mil obras, pinta y esculpe. En su país ha presentado más de cien exposiciones, seis en Nueva York, tres en Canadá y una veintena más por todo el mundo, de Ginebra a Tel Aviv. No hace mucho sus cuadros estuvieron en Barcelona y una parte de la muestra que visitó Cataluña estará también en Oviedo.

Trueba es arquitecto de formación, estudió en la Autónoma de México y ejerció durante diez años. Asumió responsabilidades públicas en su país, como la subdirección del Museo de Antropología y la coordinación de Sitios y Monumentos.

A medida que se involucraba en proyectos artísticos personales iba dejando atrás la arquitectura. Desde hace años su vida es el arte. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, le inaugura las exposiciones y uno de sus últimos encargos ha sido la decoración mural del hotel Hilton de Puebla.

A la de Oviedo traerá algunas de sus obras más recientes, realizadas durante los tres últimos años. En total serán 49 y "la más grande e importante" se quedará en el Auditorio, donada por el artista.

Pedro Trueba cree que en la pintura hay que empezar por dominar la figuración. "Hay que saber dibujar y tratar la perspectiva", opina. La abstracción viene después. Reconoce que Picasso es uno de sus "grandes inspiradores en arte" y Van Gogh, Da Vinci, Pollock y Rothko son los nombres que menciona al hablar de sus influencias.

El pintor mexicano está ansioso por traer sus cuadros en Oviedo . "Mostrar tu obra a nuevos públicos es apasionante", afirma.