"Queda claro que no le di pie a que pasara nada". Así de contundente se mostró ayer la ovetense de 26 años a la que un hombre trato de agredir sexualmente hasta en dos ocasiones el pasado día 7 de julio en Otero después de conocer la sentencia del juzgado de lo penal número 4 de Oviedo por la que se le condena a un año de cárcel y mil euros de indemnización. Un fallo en el que juez da credibilidad a la chica, después de que varios testigos asegurasen en la vista oral que la encontraron en "estado de shock" y con el sujetador desabrochado justo después de que se produjeran las agresiones sexuales.

El juez reconoce que las versiones aportadas por las partes fueron totalmente contradictorias. Mientras que la víctima señala que en todo momento dejó claro que no dio su consentimiento para mantener relaciones, el acusado indica que ella le mostró hasta en dos ocasiones su disposición a tener sexo. "Si vamos a follar me quedo, si no, me marcho que tengo que trabajar", sostuvo el hombre que le dijo a la chica para continuar la fiesta desde que la conoció a las seis de la madrugada hasta las dos del mediodía del día 7 de julio.

Los testimonios coincidieron en que ambos se conocieron en el bar Salsipuedes. Ella iba acompañada por una amiga y el por un amigo y los cuatro continuaron de fiesta por varios bares, llegando incluso en uno a besarse en los baños. Al mediodía se trasladaron a la calle Gascona y allí luego se quedaron solos. El chico le ofreció acompañarla a casa y ella aceptó. Cuando llegaron a las inmediaciones de la vivienda de esta él le invitó a dar una vuelta para hacer tiempo antes de ir a trabajar. Ella accedió, pero asegura que puso como condición no tener relaciones sexuales. Seguidamente se trasladaron a una calle sin salida de Otero, donde el hombre estacionó y se abalanzó sobre la chica, se bajó los pantalones y la ropa interior y trató de desnudarla. Ella decidió entonces salir del coche enfadada y él la siguió para decirle que todo había sido un malentendido y que volviera al coche, entonces aceptó sus disculpas, volvió al vehículo y, en esta ocasión le quitó el sujetador, provocando una nueva huida.

En esta segunda ocasión varios tetigos se encontraron con la joven, llorando y muy nerviosa. "Estaba en estado de shock" y se estaba abrochando el sujetador", coincidieron los peatones que llamaron a la policía y provocaron la huida del hombre cuando se disponía a hablar con la chica. "No te me acerques", declararon ante los testigos que había dicho la joven, a la que el juez dio credibilidad también por el hecho de que el propio acompañante del acusado indicó que la chica le había dicho en una conversación distendida que el sexo "tendría que esperar a una segunda cita" ante las insistencia del hombre, que reconoció haber consumido cocaína, para culminar la fiesta manteniendo relaciones.