"Acaban de caer dos motos en un intervalo de treinta segundos". Con este comentario, a través de Twitter, un ciudadano alertaba hace pocos días del peligro que entraña el asfalto de la glorieta donde confluyen la calle Amsterdam y la avenida Lisboa. Rápidamente, los vecinos estallaban en críticas hacia los riesgos de tomar dicha rotonda e iniciaban un debate, en el cual intervenía también el concejal Diego Valiño (PSOE), sobre si la causa del problema responde al "mal asfaltado" o al trazado de la curva. "Me informan que tanto el asfaltado como la pintura es la misma en todo Oviedo", comunicaba Valiño. "La cuestión estaría en ver si el problema está en la propia configuración y diseño de la glorieta", añadía.

Varios vecinos confirman que los accidentes de tráfico resultan habituales en esta glorieta. Las vallas circundantes dan testimonio de ello, ya que se hallan quebradas debido a los constantes accidentes que se registran. Asimismo, indican otros vecinos, el suelo parece brillar como si estuviera permanentemente mojado. "Alguien comentaba que había microcristales en el suelo", señalaba ayer Verónica Fernández, una empleada de la farmacia que se ubica junto a la rotonda. "No sabemos si es que está mal peraltado o qué, pero a nada que llueva, los coches se van contra las vallas. Vemos accidentes a diario", agregaba. Por su parte, Paz Medina, la dependiente del estanco anexo a la farmacia sostiene que en diez años sólo ha presenciado dos accidentes. "Sí que es verdad que al pasar por allí, el coche chirría", admite.

Aunque las quejas, afirman otros vecinos, las han trasladado al Ayuntamiento, el concejal de Seguridad Ciudadana Ricardo Fernández asegura que por el momento, en su área, no tienen constancia de ninguna denuncia ni de ningún informe sobre alta siniestralidad de este punto. "Me imagino que en su día la glorieta pasara los controles técnicos correspondientes", explica. "La primera referencia de este problema me la trasladó Diego Valiño".