Santullano celebró ayer su segundo día de fiestas, con lluvia pero con ganas y protagonizada por las actividades dedicadas al pastoreo y la ruta a caballo.

La expedición atrajo a vecinos y foráneos, como Gervasio López, que repitió experiencia para trotar los 20 kilómetros de ruta a pesar de la lluvia. Jose Manuel Álvarez, como otros tantos partícipes, esperaba impaciente sobre la montura pasadas las once de la mañana. Algunos temerosos al orbayo se resguardaban bajo la carpa, pero cuando Alejandro Fernandez, camarero y organizador de las fiestas, abandonó el interior de la barra, los más rezagados corrieron a por sus caballos. A las 11:30 horas, con todos los jinetes dispuestos con sus gabardinas, comienzó una andanza que cumple ya su décimo aniversario.

Después de tres horas todos los jinetes regresaron a la carpa dónde les esperaba un almuerzo comunitari. El folclore prosiguió con el peso de la comida en el estómago y a las cinco de la tarde hubo carrera de cintas a caballo.

Además de las actividades hípicas, ayer, desde temprano y hasta las ocho de la tarde, todo interesado pudo tomar parte del "seminario de pastoreo", un curso en el que dueños y perros debieron demostrar sus habilidades. Hoy Santullano se prepara para celebra su día grande, con misa y subasta del ramo.