El cartel de San Mateo de este año no convence a los ovetenses. Al menos, eso han manifestado muchos de ellos a través de las redes sociales a golpe de "memes" y broma sobre su estética, muy diferente a la línea de los últimos años. Los cuatro carteles de las fiestas de este año presentan la imagen de una señora, un niño, una mujer embarazada con su hijo en brazos y un joven.En Internet, en cambio, las versiones se han multiplicado.

De esta manera, es posible ver a "Manolín" como protagonista del cartel de San Mateo, a Agustín Iglesias Caunedo o a Piqué junto a la señora que da imagen este año a las fiestas de Oviedo.

En medio de la tormenta de parodias, también se ha puesto en marcha una recogida de firmas en internet para cambiar el cartel porque "da mala imagen para Oviedo", apunta la petición en Change.org. "El cartel no es representativo de la ciudad ni tampoco de sus fiestas", añaden. De momento, cuenta con unas 200 firmas.

San Mateo, costumbrista y en blanco y negro

La Sociedad ovetense de festejos (SOF) ha presentado una cartelería que en realidad consiste en una serie de cuatro imágenes distintas, en las que San Mateo se promociona con fotografías en blanco y negro, retratos de personajes con una estética costumbrista. Los cuatro personajes, cada uno correspondiente a uno de los carteles que se realizarán para anunciar las fiestas, aparecen asociados a algunos de los elementos de las fiestas. La señora posa con un acordeón a sus pies, evocando la programación musical que ocupa el grueso de la oferta festiva. El niño, retratado con una estética de postguerra años cuarenta, aparece con una nube de algodón en la mano, en alusión a la programación infantil, concentrada este año en el Campo de San Francisco.

El diseño de la imagen de las fiestas de San Mateo de este año es obra del artista gráfico Ricardo Villoria, que ha colaborado para la elaboración de los retratos con el fotógrafo Ricardo Moreno.

Villoria explica que la imagen de San Mateo de este 2017 pretende "devolver las fiestas a sus verdaderos protagonistas, el pueblo". Con el tono familiar y el blanco negro, ha querido, explica, utilizar "deliberadamente un tono costumbrista y austero que escapa de las estéticas más agresivas propias del tiempo digital y de las redes sociales".