El lunes no es un buen día para ir de museos. El primer día de la semana es el elegido por la mayor parte de los museos para cerrar al público. Una costumbre extendida en toda Europa pero que cada vez más centros van aparcando, ya sea todo el año o en temporada alta, para poder recibir más visitantes.
El cierre semanal nace de una doble necesidad organizativa de los museos. Por un lado, está la regulación de los descansos del personal en función de los convenios colectivos, especialmente en los centros dependientes de la administración; por otro, la ventaja de disponer de una jornada para acometer las necesarias labores de intendencia y organización.
El Museo de Bellas Artes de Asturias en Oviedo, el Museo de la Minería en El Entrego o los museos gijoneses Barjola, Piñole y Evaristo Valle mantienen el lunes como día de cierre. El Museo Arqueológico, también en Oviedo, no recibe visitantes ni lunes ni martes. Frente a esta situación, el museo con más visitantes de la región, el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), en Colunga, amolda sus horarios a la afluencia de visitantes: en los meses de julio y agosto, temporada alta, abre todos los días de la semana, mientras que el resto del año cierra al público lunes y martes.
Claro que estas restricciones se quedan pequeñas al lado de las de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial: una de las puntas del "Pentágono del Arte" cierra, aún en verano, tres días a la semana -domingo, lunes y martes-, además de los meses de enero, febrero y septiembre.
