"Me interesa la relación entre las cosas y las personas, por eso utilizo en mi espectáculo un móvil o el cartón". De esta forma explica Vania Gala la representación que ha llevado a cabo el grupo de bailarines que ella ha coreografiado. Esta portuguesa y angoleña trabaja en Londres y le gusta unir baile y reflexión en sus creaciones. Vania Gala es una de los nueve coreógrafos que han participado estos últimos quince días en las "Estancias coreográficas", un curso intensivo de danza cuyas conclusiones tendrán su traducción artística hoy (20.00 horas) en el teatro Campoamor.

Esta mañana ha sido el turno de las creaciones de coreógrafos emergentes. La sala Paraíso acogió un total de tres piezas en las que la expresión corporal y la combinación de movimientos bruscos y lentos inundaron el espacio. "Son bailarines muy honestos y de gran calidad", destaca Fernando Trujillo, otro de los coreógrafos que, junto a Gaby Davies, ofrecieron una pequeña pincelada del trabajo de estos últimos días.

La cuarta edición de 'Estancias Coreográficas' ha congregado a un equipo de más de 70 personas entre bailarines, coreógrafos, artistas plásticos, investigadores y compositores. El objetivo final de este curso intensivo es llevar a cabo una investigación sobre el ritmo que verá la luz el próximo año. Durante estos quince días ha sido el turno de probar, "activar los sentidos y el pensamiento", tal como destaca el director artístico de las "Estancias", Yoshua Cienfuegos.

'Estancias Coreográficas' es un proyecto de investigación que ha ocupado estos días en la ciudad hasta siete espacios, entre los que se encuentra el Teatro Campoamor o el Auditorio Príncipe Felipe. Esta tarde (20.00 horas) la convivencia entre bailarines llega a su fin en un espectáculo en el Campoamor como cierre de la investigación.

En total, 'Estancias', un espectáculo que nació en Gijón en el año 2012 y ha viajado por diversas ciudades españolas y europeas como Malta o Bari, reúne encima del escenario a gente de más de 10 nacionalidades diferentes.