La gran muestra del verano en Oviedo, "Los rostros de la Monarquía Asturiana", cerró ayer sus puertas tras haber logrado una brillante acogida del público. Los asistentes a la jornada final de la muestra destacaron su alto interés y el gran valor histórico que ofrecen las diferentes representaciones de los reyes astures, desde Pelayo hasta Fernando III, recogidas en una colección del Ayuntamiento que ha tenido como escenario la sala de Trascorrales.
"Sobre todo nos ha llamado la atención como se oponen unos cuadros a otros, y la composición de los mismos", indicó el valenciano Juan Antonio Rodríguez del Pino. "También resulta llamativo el hecho de que cada uno de los reyes estuviese muy pocos años gobernando, ya que a la mayoría los mataron", añadía con admiración. Su acompañante, Susana Marín, se mostraba igualmente satisfecha con la exposición. "Ya teníamos planeado venir y la verdad es que ha resultado ser una experiencia francamente didáctica", señaló. Ambos coincidían en la idoneidad de la sala Trascorrales como ubicación para la muestra, puesto que en el pasado fue un mercado. "Estaría bien que esta exposición fuese itinerante por el resto de la región", propusieron.
"Cada personaje es un mundo diferente; me impresiona la densidad de cada monarca", afirmaba José Luis Vázquez, otro de los asistentes, mientras admiraba el lienzo de Fruela I. Por su parte, Ángel Aranda Rodríguez declaraba que, en su opinión, "Alfonso II fue el rey más importante".
"Pelayo libró una dura batalla, pero Alfonso II fue todo un visionario, el primero que impulsó la ciudad y, aunque mucha gente no lo sabe, también fue un truhán", contaba Aranda.
Los apasionantes entresijos de la historia no están reservados únicamente a la gente de cierta edad. El estudiante de Bachillerato David Martín aseguraba que le apetecía conocer el tema más a fondo, tras empezar a interesarse por él en clase.
