No hay duda alguna de que el mejor momento para opositar es el actual. El empleo público en la región ha salido de la crisis y hay plazas por cubrir, dejando atrás la época en la que el Gobierno llegó a bajar hasta el 0 por ciento la tasa de reposición de efectivos. Varios años en los que los opositores veían cómo se jubilaban los funcionarios y no se cubría ni una sola de las vacantes. Puede decirse por fin que esos meses complicados ya son historia. Así lo aseguran los expertos, quienes ya a principios de año vaticinaban un incremento sustancial en cuanto al número de plazas ofertadas y espera una década que en cuanto a oposiciones será mejor cada año. Esto se debe, según señalan, al incremento tanto de oficinas y departamentos en las administraciones públicas como a la jubilación de funcionarios públicos que consiguieron sus plazas en la época del establecimiento de la democracia y ahora se retiran merecidamente, dejando paso a nuevos opositores que quieren asegurar su futuro con una plaza de empleo público.

Por todo ello, la preparación de oposiciones tiene una tendencia al alza. Las personas buscan un empleo estable que garantice cubrir sus necesidades y les dé un cómodo medio de vida. Eso solo se consigue con un buen empleo, y sin duda el público es el mejor en cuanto a estabilidad y reconocimiento por la sociedad. Diversos estudios hacen ver que el objetivo principal de un estudiante al terminar es conseguir un trabajo de la materia que eligió para estudiar y además que sea fijo. Eso sólo lo garantiza el citado empleo público, y muchos alumnos ya empiezan sus estudios fijándose la meta de trabajar como funcionario al finalizar los mismos. Es más, se espera que más de un 50% de las personas que estudian terminen preparando una oposición.

Con estos datos más que positivos, no cabe duda de que es el momento de acudir a academias de la región con prestigio, con solera y bien informadas, que pueden ayudar a cumplir las ansias laborales de muchos. Academias por las que hayan pasado miles de alumnos y que tengan todos los temarios al día, temarios que, además, no cobran.

Actualmente, los mejores centros cuentan con aulas equipadas con ordenadores, redes locales, conexión a internet y textos completamente actualizados para hacer más fácil la preparación de cualquier oposición. A la hora de elegir, se debe optar siempre por academias con profesionales titulados que puedan demostrar su formación y que sepan transmitir al alumno confianza y tranquilidad, tan necesarias en un opositor, que normalmente suele estar estresado y dudar muchas veces de su propia capacidad. Usando un método personalizado, flexible y exigente, los entrenadores impulsan a los opositores en su estudio: mejoran sus habilidades, trabajan sus fortalezas y planifican juntos los objetivos a lograr.

Los profesores son expertos en los contenidos y son los encargados de resolver cualquier duda que pueda surgir. Además, contribuyen a que los alumnos estén continuamente informados de las novedades legislativas, convocatorias y demás noticias de interés.

El momento de opositar es ahora. El futuro laboral nunca fue tan prometedor. Sólo depende de uno mismo el intentar salir adelante y labrarse un futuro. Eso sí, no se debe olvidar que una oposición ha de afrontarse sin una meta estricta y cercana. Se trata de una carrera de fondo, una prueba en la que la victoria depende, en gran parte, de la preparación previa y de la metodología utilizada por el entrenador. Los expertos recomiendan dedicar, como mínimo, un año de preparación, o incluso dos. Ya sean para universidades o administraciones locales, regionales o estatales, un buen programa de trabajo y la disciplina son fundamentales para obtener el éxito.

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