El que fuera presidente del Centro Asturiano en Buenos Aires, Faustino García, aprovecha la época estival para volver a la tierra donde nació hace ya 81 años y reencontrarse con viejos amigos.

- ¿Quién es Faustino García?

-Faustino García es un quirosano que hace cincuenta y siete años decidió lanzarse a la aventura de "Las Américas". En España no se ganaba bien, yo trabajaba por los pueblos de albañil y no era algo compensatorio.

- ¿Fue Argentina la elección que hizo desde un principio?

-No, Argentina fue el plan B. Yo hubiera querido ir a Brasil, pero tenía un primo en Argentina que me aconsejó irme allí: "es mucho más fácil porque se habla el mismo idioma que en España", me dijo. Y me convenció.

- ¿Fue duro el proceso de emigrar?

-Para nada. Yo me fui con 24 años. El emigrante, si es joven, no sufre, o por lo menos, no tanto como si eres adulto. Mis suegros se fueron con más de 50 años. Eso sí que es duro.

- ¿Qué recuerda de aquel primer viaje?

-Tuvimos un viaje muy bueno en barco y llegamos a Brasil. Allí estaban en plenos carnavales, así que imagínate lo que fue para un chaval llegar y ver aquello tan distinto a España. Lo primero que hice fue preguntarme que si aquello era América por qué yo no había ido antes.

- ¿Y al llegar a Argentina?

-Pues llegué en el año 62 y me busqué la vida, como todos, supongo. Empecé en el tema gastronómico, luego en locutorios y después fui creando pequeños negocios, hasta ahora

- Y aparte de los negocios, ¿formó allí una familia?

-Claro. Me casé allí con una navarra, que resultó ser sobrina de un socio mío. Tuve dos hijos.

- Usted se mantuvo siempre muy unido a su tierra, ¿verdad?

-Fui presidente y vicepresidente del Centro Asturiano durante treinta años, y siempre estuve muy vinculado a la institución. Todavía sigo estándolo, porque ese es mi sitio, y nunca lo dejaré. Allí voy todas las mañanas a jugar a las cartas, a charlar con los amigos y sigo echando una mano en el equipo directivo

- ¿Cómo ve la situación de España desde Argentina?

-En comparación con Argentina, España está bien. Los vaivenes de allí son muy bravos, lo que pasa es que nosotros llevamos tanto tiempo mal allí que hasta lo malo lo vemos normal.

- ¿Viene mucho a Asturias?

-Vengo todos los años, y ojalá me quede mucha salud para seguir viniendo a visitar a los amigos. Siempre que vengo los aviso y quedamos para charlar y ponernos al día, con algunos jugaba hace sesenta años a las cartas.

- ¿Y venir para quedarse?

-Eso será muy difícil por no ser imposible. Uno allí tiene su vida, su casa y sus amigos.