El medio millón de euros que la enmienda del grupo Foro aportó a los presupuestos generales del Estado de este año para rescatar el viejo proyecto de la Ronda Norte ya ha echado a rodar, y el Ayuntamiento quiere reconducir esa trayectoria. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció a principios de este mes que la Dirección general de carreteras había emitido la orden para la revisión y actualización del estudio informativo de hace 17 años. El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, acaba de enviar ahora una carta al responsable de las infraestructuras nacionales para pedirle que esa actualización del proyecto limite la Ronda Norte a la salida oeste de la ciudad, evitando todo el trazado que discurre por la falda del Naranco.
Wenceslao López se enteró de la puesta en marcha de los planes de Fomento durante la inauguración de la Feria de Muestras. Allí, Íñigo de la Serna citó el proyecto de la Ronda Norte dentro de una lista de planes referidos a la región que su área estaba poniendo en marcha. El Ministro fue muy preciso y anunció que el 3 de agosto la Dirección general de carreteras había emitido ya la orden para la revisión y actualización del estudio informativo, tal y como recogía la enmienda introducida por la formación de Álvarez Cascos en los presupuestos generales del Estado. De la Serna aclaró en Gijón que el proyecto había empezado a redactarse hacía 17 años y que necesitaba "un proceso de actualización". Añadió que se realizaría un concurso para avanzar en esta dirección con esta infraestructura "importante".
La respuesta del Ayuntamiento de Oviedo a los planes de Fomento, más allá de las declaraciones realizadas en su día contra una infraestructura que todos los socios del tripartito juzgan obsoleta e innecesaria, se ha plasmado ahora en una carta que Wenceslao López ha enviado el pasado jueves al ministerio de Fomento. En ella, el regidor ovetense pide una reunión al ministro para explicarle las necesidades de la ciudad y le pide que el nuevo trazado de la Ronda Norte se limite a dar una solución a la salida oeste de la ciudad.
"A nivel de ejecución, y de acuerdo con el escenario actual", escribe el Alcalde al ministro de Fomento, "parece que la necesidad más urgente, además de razonable y asequible por tiempo y costes, está en el desarrollo del extremo oeste de la Ronda Norte, que permitiría una salida de la zona oeste hacia la A-63 conectando a los miles de vecinos y vecinas de los barrios de Las Campas, La Florida, Vallobín, etc. con una vía de alta capacidad enlazada al resto de autovías y a la circunvalación de la ciudad".
Wenceslao López centra su misiva en una exposición de la situación actual de la ciudad y sus vías de comunicación comparadas con la época en la que se empezó a diseñar el proyecto de la Ronda Norte (hace casi veinte años). Y su preocupación, explica el regidor a De la Serna, es que "una obra de la importancia estratégica de este proyecto para Oviedo y para Asturias se diseñe y ejecute con el mayor de los consensos y teniendo en cuenta las necesidades reales de los ciudadanos y la previsión del futuro desarrollo de Oviedo". El Alcalde reconoce al ministro que la ciudad "padece históricamente un grave problema de comunicación en toda la zona noroeste", pero explica que la puesta en marcha de nuevas vías de comunicación, como la A-63 o la AS-II, y la entrada en funcionamiento de una gran infraestructura como el HUCA han cambiado las circunstancias en las que se ideó y diseñó la Ronda Norte.
Por eso Wenceslao López le explica a Íñigo de la Serna que aquel trazado "resulta totalmente obsoleto, nada ajustado a la realidad urbana, a las nuevas vías de comunicación, a los nuevos equipamientos de ámbito autonómico y a las necesidades diarias de comunicación y movilidad de la ciudad".
Los problemas del antiguo trazado de la Ronda Norte que el Alcalde enumera son, principalmente, su conexión por el Este con la rotonda de Luis Oliver y el impacto en el monte Naranco. Respecto al primer inconveniente, López explica que ese punto de conexión de la Ronda Norte es el que conecta "barrios populosos de toda la zona este", "una ubicación que se encuentra en pleno centro urbano, llamada a ser un núcleo relevante de Oviedo y que no responde a la funcionalidad exigible a una ronda de comunicación".
Sobre el Naranco, el Alcalde detalla que el diseño "resultaría totalmente agresivo con el monte, al discurrir por su ladera durante todo su recorrido", y le cuenta al Ministro que el monte es "un referente imprescindible del patrimonio histórico, natural y cultural del municipio, y con un gran valor intrínseco para toda la ciudadanía".
Por todo ello, el Alcalde concluye que el objetivo de las administraciones es "planificar una alternativa realista, eficaz y ajustada al Oviedo de hoy, previsora con el Oviedo del futuro y que no despilfarre el dinero público en soluciones obsoletas en incongruentes con la identidad de la ciudad", y le pide a De la Serna que se olvide de la mitad del proyecto. El plan de Wenceslao López pasa, así, por convertir la Ronda Norte en la salida oeste, un viejo proyecto al que los socialistas también llevan años dando vueltas para conectar esa zona de la ciudad con la A-63.
