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El número 58 de Uría será el primero de la región con eficiencia energética pasiva

La fachada del inmueble arrasado en el incendio, reformado bajo el criterio del estándar "passivhaus", se descubrirá el jueves de la próxima semana

La fachada del número 58 de la calle Uría, aún cubierta. LUISMA MURIAS

El edificio del número 58 de la calle Uría, el inmueble arrasado por las llamas durante el incendio registrado en abril del año pasado, resurgirá pronto de sus cenizas para convertirse en vanguardia de la edificación moderna. A pesar de haberse construido en el año 1889 y de haber sido rehabilitado para conservar su fachada original, el edificio ha sido reformado bajo los criterios de construcción del estándar "passivhaus" -del alemán casa pasiva-, un sistema que consiste en combinar un elevado confort interior con un consumo de energía prácticamente nulo. En Asturias existen viviendas unifamiliares que siguen este modelo, pero el inmueble de Uría será el primer bloque en altura de la región que incorpore un sistema que permite, entre otras cosas, no encender la calefacción en invierno y reducir los consumos energéticos hasta en un setenta por ciento.

La reinauguración definitiva del edificio de Uría está a expensas de "algunas obras" que se están realizando en su interior, pero la fachada del inmueble se descubrirá a finales de la próxima semana como aperitivo de lo que será un edificio totalmente reconstruido después de la tragedia en la que perdió la vida el bombero Eloy Palacio. "Lo más probable es que lo hagamos el próximo jueves", explica Mario Pevida, el arquitecto técnico de la empresa que se ha encargado de los trabajos realizados en el número 58 de la calle Uría.

El inmueble está incluido en el Catálogo Urbanístico del Concejo de Oviedo y por eso la reforma ha sido ejecutada con mucho mimo. "Primero estuvimos con las labores de demolición y desescombro así que las labores de construcción puras y duras comenzaron en diciembre del año pasado. Se desmontaron dos de las cuatro plantas de la fachada y se numeraron todas las piezas para que todo quedase igual que estaba antes del incendio, para respetar el diseño original del edificio", señala Pevida. Pero la conservación histórica no está reñida con la innovación. "Por dentro es todo nuevo. Además es el primer edificio en altura 'passivhaus' de Asturias y uno de los primeros de España, la reforma ha sido todo un reto y ha requerido la participación de personal formado y cualificado para desarrollar un sistema que redunda en el ahorro y la eficiencia energética", subraya el arquitecto técnico de Pevida Construcciones y Proyectos.

El estándar de construcción "passivhaus" surgió en Alemania a principios de los años noventa del siglo pasado y se ha ido extendiendo paulatinamente por el resto del mundo, convirtiéndose en una realidad ya presente en multitud de países. "Ya es más presente que futuro. Si el proyecto se lleva con el control necesario, los gastos se asemejan a los costes de los edificios tradicionales y el ahorro a largo plazo es muy grande", explica Mario Pevida. La clave del éxito de este tipo de construcciones es, sin duda, su alta eficiencia energética: por lo general consumen hasta siete veces menos que un hogar normal -consiguen minimizar el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración- y son construcciones que en invierno son capaces de aprovechar al máximo la luz solar manteniendo el calor recibido en el interior de la vivienda gracias a su altísimo aislamiento y a un sistema de ventilación específico que permite recuperar el calor. Al hablar de "passivhaus" no se hace referencia a un diseño arquitectónico específico sino una serie de normas energéticas que se pueden aplicar a cualquier construcción, como es el caso del edificio reformado de la calle Uría.

Aunque en España aún no hay muchos edificios residenciales con sistemas de eficiencia energética pasiva todo apunta a que pronto serán habituales. En Bilbao, por ejemplo, está a punto de terminarse el inmueble de viviendas sostenible más alto del mundo con 88 metros de altura y 171 viviendas particulares.

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