Una gran superficie de 310.000 metros cuadrados rodeará y protegerá a los monumentos prerrománicos de la falda del Naranco. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento ha dado luz verde esta mañana a los planes especiales de urbanismo que sirven de base a la actuación y, al tiempo, ha autorizado la contratación de la asistencia técnica para desarrollar el proyecto.De esta forma, se inicia la tramitación administrativa para llevar a cabo uno de los proyectos "estrella" de la Concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente, a cuyo frente está Ignacio Fernández del Páramo (Somos).

Entre los criterios y objetivos que plantea las fichas incluidas en el Plan General de Ordenación se encuentra la configuración, de forma progresiva, de un sistema general de zonas verdes en la falda del Naranco, que sirva de transición con la zona urbana, además de mejorar la accesibilidad de la ladera meridional y el entorno de los monumentos prerrománicos de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. La actuación prevista afecta, sumando los dos ámbitos de actuación, a una superficie de 310.000 metros cuadrados.

“Estos planes especiales suponen un primer paso en el proceso de transformación paulatino que nos permitirá, en colaboración con otras administraciones, preservar el Prerrománico del tráfico. En su sentido general, lo que se plantea es una actuación encaminada a mejorar la calidad del espacio público de la ladera meridional del Monte Naranco. Hemos vivido demasiado tiempo de espaldas al monte, y una ciudad como Oviedo no se lo puede permitir por más tiempo”, asegura el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo.

El plazo de ejecución fijado para la redacción de toda la documentación requerida es de cinco meses y en este tiempo el licitador deberá realizar un programa de trabajo, un documento para la aprobación inicial, un informe sobre alegaciones y por último un texto refundido del documento. Con todo, Ignacio Fernández del Páramo no se aventuró a fijar una fecha concreta para tener listo el espacio verde, ni tampoco para la variante a la actual carretera que también tiene en proyecto. Lo que sí precisó el edil es que las actuaciones no conllevarán más derribos de edificios que el de la antigua rectoral de Santa María.