La Corredoria se convirtió ayer por la tarde en la capital cervecera de Asturias, tras la inauguración de la segunda edición del "Oktoberoviedo". Una segunda cita anual previa a las fiestas de San Mateo que pone punto final a las celebraciones veraniegas en el municipio y que lleva camino de convertirse en un evento imprescindible como puente hacia la cita mateína. El precio de las pintas está entre los 3,5 y 5 euros y los litros, entre 5 y 8 euros.

Ayer, desde poco después de las ocho de la tarde, la carpa que acogerá esta cita cervecera hasta el próximo lunes empezó a recibir a alegres parroquianos de La Corredoria, pero también de otros muchos puntos de Oviedo. "Ésta fue la disculpa ideal para reunirnos con unos cuantos amigos que viven en este barrio", comentaba alegre Elisa del Viso, mientras intentaba dar un trozo de salchicha blanca alemana a su pequeño hijo Santiago. Al final lo consiguió y el crío quiso repetir.

Componen la escena diez puestos de cerveza y otros dos, repartidos a ambos lados de la carpa, para el apetitoso condumio germano, en el que no faltan el típico lazo de pan salado que acompaña tan bien a la cerveza ni los quesos curados alemanes con frutos secos.

En uno de los puestos, la joven Raquel Braza llenaba con maestría una jarra de litro de cerveza. "Los clientes tienen que saber que echarla bien lleva su tiempo, y por eso no se deben impacientar", advirtió.

En esta carpa de 1.817 metros cuadrados, la mayor que se instala en Asturias, cabe de todo, hasta un rincón para los amantes del cachopo, que se está convirtiendo en la comida patria en dura pugna con la clásica fabada.

Juan José Cima, el archicampeón de este plato, con su establecimiento en la parte superior del Campillín, así lo entendió. Y por eso está en el "Oktoberoviedo", porque sabe que el cachopo y la cerveza también maridan.

Lo que parece que no podrá ser es el trenecito que los organizadores habían previsto para desplazar desde distintos puntos de la ciudad hasta la feria a quien así lo deseara. Las trabas legales para ponerlo en marcha abocaron a los organizadores a dejarlo en un mero reclamo publicitario. Así lo zanjó el incansable y entusiasta Iván de la Plata, director de Fenicia, empresa que por segunda vez organiza esta exitosa y popular cita cervecera.

Los que también estaban en su salsa ayer eran los concejales Rubén Rosón (Somos) y Cristina Pontón (IU), los dos representantes del tripartito en la inauguración del "Oktoberoviedo". "Este año seguimos apostando por la calidad, y por eso doy gracias a los organizadores que traen trece cervezas diferentes en un entorno muy cuidado y familiar", destacó Rosón, que confía en que en esta edición se superen los 5.000 asistentes por día que hubo durante el fin de semana del año anterior. "Queremos que La Corredoria se convierta en un barrio que sea un emblema de Oviedo, y por eso hacemos esta fiesta", advirtió.