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La "gatoteca" de La Bolgachina

El albergue de animales de Oviedo ofrece siete salas de lectura con varios gatos para ayudar a la socialización de los felinos

La gatoteca de La Bolgachina

La gatoteca de La Bolgachina

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La gatoteca de La Bolgachina Elena M. Chorén

Las redes sociales están repletas de fotos y vídeos de gatitos. La imagen de un felino vende pero en el albergue de animales de La Bolgachina 43 gatos esperan ser adoptados. "Es importante que no dejen de tratar con personas, por eso hemos creado las salas de lectura con gatos", explica Eva Rodríguez, responsable del albergue de animales de La Bolgachina. La "gatoteca" abrió sus puertas hace dos meses para el beneficio de los gatos pero también para el de los lectores que disfrutan de un momento de lectura con el ronroneo de un minino como hilo musical.

"Vienes, lees, despejas junto a los gatos, los mimas y te vas; es toda una terapia", relata Verónica Rodríguez, una joven ovetense que acude habitualmente a leer con los felinos. Aunque suele hacerlo a través de su teléfono móvil porque "es más cómodo", ayer eligió la versión en papel de "Polos Opuestos" de Nora Roberts. Éste es uno de los más de cincuenta libros que cuelgan en la entrada de cada una de las siete salas donde se puede entrar con los animales. "Los libros son donaciones de la gente, y las bolsitas donde están colgados a la puerta son los bolsillos de pantalones que nos dan para vestir a los perros: aquí se recicla todo", comenta Rodríguez.

Compartir espacio con gatos, bien sea para leer o para tomar un café, no es nada nuevo. En España, poco a poco, los llamados "cafés de gatos", se abren paso y existen espacios donde compartir un rato junto a los felinos en Madrid, Barcelona o Alicante. Oviedo se suma a esta idea con una iniciativa menos comercial pero cargada de humanidad, tal como relata la joven ovetense que acude a la "gatoteca" de La Bolgachina a leer: "La tranquilidad que te da un animal no te la da una persona y muchos de los gatos que están aquí nunca tendrán una familia".

La iniciativa de La Bolgachina también pretende fomentar la adopción. A los 43 gatos del albergue se suman 246 perros sin hogar. La responsable del albergue espera que esta iniciativa termine de calar entre los ovetenses: "al principio venía muchos niños porque a las madres les gustó la idea". En los últimos meses, sin embargo, la afluencia de lectores se ha visto mermada, quizá por el periodo estival.

Una de las ideas de la gestión del albergue es proponer a la red de bibliotecas de Oviedo un proyecto de colaboración para que les presten lotes de libros para aumentar la oferta literaria y que los socios de las bibliotecas también puedan utilizar su carnet en la "gatoteca" del albergue.

Por el momento, las salas de lectura de La Bolgachina mantiene sus puertas abiertas en el mismo horario que la perrera -de nueve de la mañana a cinco de la tarde- para todo aquel que quiera disfrutar de un rato de lectura junto al ronroneo del felino.

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