Los oviedistas brindaron ayer con alegría en el "Oktoberoviedo" por el buen derbi del Oviedo en El Molinón, tras catorce años sin partidos de rivalidad. Las camisetas del equipo azul abundaban tras el partido en el recinto cervecero de La Corredoria, que hoy cerrará sus grifos en la plaza del Conceyín.

Una segunda edición que está siendo un éxito de asistencia, al que los visitantes, en general, sólo ponen un pero: la música. "A los cerveceros de verdad nos gusta la música celta y aquí no la hay. La modernilla creo que no encaja en un evento así", advertían ayer Álvaro García y Sonia Alonso, que portaban bufandas oviedistas, envuelta ella además en una bandera de Asturias.

Mientras tanto los míticos camareros de El Desván, Ovi Moro y Álvaro Cachero, establecimiento por donde pasa la esencia del oviedismo, venga a echar jarras de cerveza sin parar. "La pena fue que no pudiéramos ver el derbi en este recinto. Hubiera sido el no va más", comentaba el primero. Pero problemas de licencias municipales lo impidieron.

Y entre los asistentes se movía con agilidad el inquieto director de la SOF, Javier Batalla, repartiendo folletos mateínos a diestro y siniestro. "Hoy pasamos por todas las fiestas de Oviedo, en las que dejamos unos doce mil". Muy cerca, Iván de la Plata, director de Fenicia, que fue la empresa encargada de montar por segundo año este tinglado, hacía un buen balance de asistencia. "Esto ha cuajado y forma ya parte de las fiestas de La Corredoria, donde los vecinos la consideran ya como propia".

Pero se queda con dos espinas clavadas: que ayer se no pudieran instalar una pantalla gigante para ver el partido del Oviedo y que el trenecito que estaba previsto que uniera el centro de la ciudad con el populoso barrio tuviera que quedar parado en el andén. Y en los dos casos por problemas con las licencias.

Para el conocido hostelero de La Corredoria Diego Arias, "la sensación es muy buena por el ambiente que hay, a pesar del tiempo que no acompaña y que no anima a muchas familias con niños pequeños a salir de casa".

En una de las grandes mesas Olga Mesa, Marcos Bascones y María del Mar del Campo estaban disfrutando de lo que para ellos "es algo distinto, y tanto la cerveza como la comida es muy buena". Y al final, unos y otros con lo que verdaderamente disfrutaron fue brindado por la buena imagen del Oviedo en el derbi.