El campo de la fiesta de Latores tuvo ayer espacio para mucho más que el baile. Quienes se acercaron a la localidad ovetense, además de pasarlo bien, llenaron el estómago. Por la mañana se celebró un concurso de tortillas que, tras la deliberación del jurado y la entrega de premios, quedaron a disposición de los asistentes. "Estaban muy ricas", señalaron Mari Paz Alonso y Abraham Álvarez, encargados de juzgar la habilidades culinarias de una competición de la que tomó el testigo, por la tarde, el reparto del bollo y la botella de vino entre los colaboradores de la comisión de fiestas.

El presidente de los organizadores, Luis Alberto Frade, de este modo, se mostró satisfecho con el transcurso de unas fiestas que "están saliendo muy bien". Lamentó, sin embargo, que la afluencia de gente no alcanzó las expectativas. Uno de los principales motivos, apuntó, reside en que las fiestas no se celebraron el año pasado. Debido a una sanción derivada de las deficiencias en el anclaje de la carpa, la comisión perdió en 2015 la fianza que había depositado para sacar adelante los festejos y se vio obligada a renunciar a las celebraciones del año siguiente. Un problema que solucionaron cambiando la ubicación desde la explanada que este año sirvió de aparcamiento al prao que se encuentra en el entorno, donde no han encontrado problemas para sujetar la carpa.

Así, Latores inicia hoy su último día de fiesta con una alborada de cohetes que tiene lugar a las 11.00 horas y a la que seguirá una actividad infantil con el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Oviedo y una sesión vermú.