El "padre" de la meteorología moderna asturiana tiene ya su hueco en la ciudad por la que renunció a todo. El Alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, y el rector de la Universidad, Santiago García Granda, se encargaron ayer de descubrir la placa de la calle dedicada a título póstumo al que fuera impulsor y dirigente de los observatorios de Oviedo y Gijón, Pedro Mateo, situada en la fachada de la biblioteca de Ciencias Jurídico-Sociales del campus del Cristo.

El acto sirvió para valorar la gran trayectoria de un hombre fallecido en el año 1995, cuyo papel fue fundamental para el desarrollo de una meteorología asturiana que se había quedado estancada a mediados del siglo XX. Teniente coronel del ejército del aire en su servicio de meteorología, la figura de Mateo fue clave para la creación de los observatorios de la capital, del Aeropuerto de Asturias y de Gijón, en los años 70.

Persona muy popular y reconocible por su afición a fumar en pipa, la pasión por Oviedo llevó a Pedro Mateo a renunciar a cotas más altas. Aseguran que declinó dirigir el Instituto Nacional de Meteorología para no tener que abandonar una ciudad que tampoco quiso cambiar por otros puntos de la región. "Cuando estuvo destinado en Gijón le daban vivienda gratuita, pero prefería hacer todos los días 28 kilómetros en cada trayecto con su 600 que dejar de vivir aquí", comentó su hijo mayor, Pedro Mateo Martínez, durante una intervención de agradecimiento en la que dijo estar "abrumado" por el reconocimiento en el que también participó la viuda, María Ángeles Martínez, y sus otros dos hijos, Ricardo y María Ángeles.

El Alcalde destacó la contribución de Mateo a los avances tecnológicos que hoy hacen más fácil la vida cotidiana. "Hoy vemos todos la previsión del tiempo en el móvil, pero hace 40 años no era lo mismo", indicó el regidor, mientras que el rector Santiago García Granda recordó los vínculos del meteorólogo con la Universidad y justificó la ubicación de la calle junto a las dependencias académicas en el Cristo en las proximidades de los locales de la Agencia Estatal de Meteorologia en la ciudad que él contribuyó decisivamente a desarrollar.