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LUIS VARELA | Actor, interviene en la obra "Héroes", el viernes y el sábado en el Filarmónica

"Ya no cojo todos los trabajos, he de medir mis fuerzas y ser el héroe de mi vida"

"Oviedo es mi segunda casa, he actuado muchas veces en el Campoamor, pero es mi primera obra en el Filarmónica"

Luis Varela, durante su actuación en "Héroes" en Gijón. R. SOLÍS

Toda una vida dedicada a una profesión que le apasiona, la de actor. Los más jóvenes quizá conozcan a Luis Varela (Madrid, 1943) por su voz. Él se encargó del doblaje del entrañable abuelo de la película de Pixar, "Up". Los más mayores es probable que lo recuerden por el programa de Televisión Española Estudio 1 y los "millennials", por su intervención en "Manos a la obra" o "Camera Café". El madrileño también está vinculado al teatro y conoce el Campoamor a la perfección de su etapa en el Teatro Nacional de la Zarzuela. El viernes llega al Filarmónica (20.30 horas) con "Héroes", una comedia dirigida por Tamzin Townsend y basada en un texto de Gérald Sibleyras. Para Varela, Oviedo es como su segunda casa pero se estrena en el Filarmónica con una obra "divertida pero con un punto de reflexión".

- Háblenos de "Héroes"

-Es una obra entrañable y bonita premiada en Londres como la mejor comedia en el año 2016. Narra la historia de tres militares de la I Guerra Mundial jubilados que están en una residencia. Mi personaje es cojo, otro tiene agorafobia y el otro tiene un trozo de metralla en la cabeza y cada cinco minutos se desmaya. Tres elementos con vidas complicadas. Cuando se cuenta esto el espectador piensa que va a encontrarse con un drama pero, ¡ni mucho menos! La gente se ríe y, al final, se da cuenta que se está riendo de uno mismo.

- De su personaje, Henri, ¿qué destacaría?

-Es el más cuerdo de todos e intenta parecer cabal pero está igual de tarado que los otros dos.

- ¿Qué tal la relación con sus compañeros de reparto, Iñaki Miramón y Juan Gea?

-Maravillosa. Sólo somos tres así que tenemos que llevarnos bien. Nos conocemos muy bien y con una mirada ya nos entendemos en el escenario. Para mí es un honor trabajar junto a ellos.

- Llevan un año de gira, ¿qué acogida tiene entre el público?

-La gente sale entusiasmada. Se ríe mucho y aplauden al final. Entienden el sentido de la función y a la salida muchos comentan que se han sentido identificados con los personajes. Al terminar la obra, la gente se queda con la sensación de que se lo ha pasado bien pero la historia también tiene un punto de reflexión que a mi me encanta.

- ¿Qué es para usted un héroe?

-Estos tres personajes. Son capaces de afrontar la vida con optimismo a pesar de que saben que están cerca del final.

- ¿Contento de volver a Oviedo?

-Mucho. Yo siempre digo que Oviedo es mi segunda casa. Al Campoamor he ido hasta tres veces al año con el Teatro Nacional de la Zarzuela. No me he empadronado en la ciudad porque soy muy madrileño, pero la adoro.

- El Campoamor celebra este año su 125 aniversario, ¿qué destacaría de este teatro?

-Es de los más emblemáticos de Europa. Es un honor trabajar en él y me siento muy orgulloso de haber podido pisar sus tablas durante 28 años.

- Esta vez le toca actuar en el Filarmónica, ¿es su primera vez?

-Como actor, sí. He disfrutado de alguna función y también me parece un teatro precioso. De hecho, prefiero que "Héroes" se interprete allí. El teatro Campoamor es un teatro muy grande y muy espléndido para una obra tan mona, tierna y recogida. Nos viene mejor un espacio más pequeño para crear intimidad.

- Y la televisión, ¿la echa de menos?

-En cierto modo, sí. Pero yo ya tengo muchos años. Me ofrecieron una serie en Antena 3 pero pensé que tres días de teatro ya son suficientes. Tengo que ir midiendo las fuerzas y ser un héroe dentro de mi vida.

- ¿Retirarse no entra en sus planes?

-No. Estoy jubilado pero no me aparto de esta profesión porque es mi vida. Si paro de pedalear me caigo de la bicicleta así que pedaleo más despacio. Me ofrecen muchos trabajos pero trato de seleccionar para no cansarme. Esta obra, sin embargo, me pareció tan bonita que pensé "me voy a dar el capricho de hacerla".

- ¿La profesión goza de buena salud?

-Yo siempre digo que si el espectáculo es de calidad, gusta a la gente y, por lo tanto, van a verlo. Así todo funciona bien, todo fluye. En este sentido, las ayudas a la cultura son importantísimas, pero no podemos quejarnos: el teatro, hoy en día, funciona.

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