Los últimos brochazos de pintura, los trámites definitivos y los primeros productos gastronómicos para ofrecer a los ovetenses. Las asociaciones que debutan este San Mateo en la Corrada del Obispo afrontaban ayer la fase final de la puesta a punto de sus chiringuitos, junto con los dos que llenarán de fiesta El Campillín, la principal novedad de las casetas del Antiguo para las celebraciones que comienzan mañana. De este modo, los vecinos de La Florida y un grupo de estudiantes de Medicina pasaron ayer la tarde repasando todo lo que necesitan para poner sus planes en marcha y tratar de atraer a locales y turistas a unas barras en las que se ofrecerán tanto productos veganos como los tradicionales bocadillos que han triunfado durante años en San Mateo.

"No tenemos cultura del protagonismo personal, somos un proyecto colectivo y queremos que la atención se la lleven las fiestas, que deben ser populares y alegres", destacó ayer uno de los miembros de "La Folixaria", que prefirió no desvelar su nombre. Los voluntarios que trabajan en el chiringuito, que gestiona la Asociación Juvenil de Estudiantes de San Mateo y en el que participarán otros colectivos feministas, movilidad sostenible o de integración de todas las identidades sexuales, quieren dotar de color las fiestas: "Estamos cansados de fiestas grises". Afrontan su tarea sin nervios, mucho más tranquilos de lo que vivieron el sorteo que dejó fuera una de las cinco propuestas que se habían presentado para las cuatro nuevas casetas que alargarán la ruta de la fiesta en la calle por el centro de la ciudad. "Tenemos preparadas 59 actividades distintas para todos los públicos, va a ser casi un San Mateo paralelo", contaron los miembros de los voluntarios mientras pintaban los paneles con los que cubrirán las barras en las que ofrecerán una carta de comida íntegramente vegana y que simulan las estanterías de una biblioteca.

"Ya está instalada la carpa y tenemos todo el papeleo preparado, mañana -por hoy- va a ser el día de más lío", destacó, por su parte, Jacobo Campa, de la asociación vecinal y festivo-cultural "San Melchor", de La Florida. Mientras preparaba la planificación de los trabajos finales, pidió "buen tiempo" para San Mateo. Para que se pueda aprovechar la terraza y los ovetenses puedan disfrutar del "esfuerzo y el trabajo" que la organización ha invertido en un chiringuito que apuesta por mantener los tradicionales bocadillos que triunfan desde hace décadas en las fiestas. "Con empeño y con dedicación las cosas suelen salir bien", dice con confianza Jacobo Campa, a punto debutar en la principal celebración de Oviedo.