Lo han solicitado por activa y por pasiva, pero aseguran que desde el Arzobispado de Oviedo no les hacen ni caso. Hartos de clamar en el desierto los vecinos de Loriana están barajando la posibilidad de iniciar movilizaciones para exigirles a los responsables eclesiásticos de la región que inicien los trámites para reparar la techumbre de la iglesia de Santa María, que se vino abajo hace ya más de quince meses. "Hemos solicitado una reunión en el Arzobispado para tratar el tema, pero ni siquiera nos han contestado.", señala Fidel Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos "El Charcón" y portavoz para la ocasión de las asociaciones vecinales de Llampaxuga y Suroeste del Naranco.

Fidel Fernández asegura que la gente del pueblo está "indignada". Por poner un ejemplo, el pasado 24 de agosto no pudieron celebrar las fiestas de San Bartolomé ni sacar en procesión la imagen del santo, que permanece "encerrada" en una iglesia "con mucha historia" -según explica data del siglo X- que día a día "se está cayendo a cachos". Tampoco se pueden oficiar funerales. "La mayoría de las familias lo hacen en el propio tanatorio o se van a San Claudio, pero lo lógico sería que los habitantes del pueblo pudiesen quedarse en su propia iglesia", añade Fernández.

Los vecinos de Loriana consideran que el aspecto económico no debería ser un problema para el Arzobispado. "La Iglesia ha vendido la casa rectoral a unos particulares y también una finca que tenían en la zona. Bien podrían emplear ese dinero en arreglar el techo", explica el presidente de la Asociación de Vecinos "El Charcón".

Ante esta situación, los ovetenses que residen en Loriana y en los pueblos de alrededor -fieles de la iglesia de Santa María- están pensando en iniciar algún tipo de movilización para salvar un santuario que además es una parada obligada dentro del Camino Primitivo de Santiago. "No nos queda otro remedio. Para nosotros la iglesia es muy importante y tenemos que hacer algo para que nos escuchen y todo esto se solucione", subraya Fernández.