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Más que bombas fétidas para los "Hombres G"

Así reventó un grupo de punks, mods, rockers y heavies en 1987 el concierto de la banda de David Summers en la Catedral

Un punk lanza la bolsa con su pis a los músicos

"En realidad", dijo el otro recostándose en el asiento, "lo planeamos de un día para otro. En septiembre de 1987 Oviedo estaba lleno de tribus urbanas y el caso es que pasaba como ahora, que los conciertos no molaban nada, pero 'Los hombres G' nos parecían una provocación. Así que conseguimos convencer a un mogollón. '¿Por qué no vamos al concierto y la liamos? ¡Vayamos!', nos dijimos. Había punks, pero también mods de la Zumería, unos cuantos rockers, gente normal... Éramos muchos. Nosotros parábamos por el Parque de Invierno. Luego hacíamos botellón por donde la plaza del Paraguas y nos juntábamos en el antiguo Cechini. Ahí lo comentamos. Y yo, la verdad, pensaba que no iba a salir bien, que íbamos a ser cuatro, pero funcionó. En aquella época estábamos todos muy involucrados, ya sabes. El caso es que nos juntamos aquel día de San Mateo en el Paraguas. Llevábamos botellas, ese tipo de cosas. Uno llenó una bolsa con su pis, que fue luego el que salió en la portada del periódico. Les estaba lanzando su propia orina. Pero, bueno, decidimos entrar por un lateral. Por donde hacen ahora esto de la Alcayata. Éramos muchos y dábamos un poco la nota, así que caminábamos un poco dispersos. Pero, vamos, la gente ya se lo olía. Cuando llegamos a la plaza, nos metimos justo al medio, rodeados de adolescentes. Alguna señora nos intentaban dar con el paraguas. Y entonces salió David Summers, los "Hombres G" empezaron con lo de 'y cayó la bomba fétida' y lo que les empezó a caer fue de todo. Sacamos una bandera pirata, los tirachinas, el de la bolsa de pis. Un punki les lanzó hasta la impedimenta. El candado, protestaban ellos luego, casi les había dado. Luego hubo mogollón de jaleo. Ya te imaginas. Sólo aguantaron en el escenario dos canciones, nueve minutos. Cuando la cosa se empezó a poner fea, cada uno se marchó por donde pudo. Ellos dijeron que no podían seguir tocando, y se largaron en una furgoneta de "Los Locos". Pero hubo jaleo porque tuvieron que cobrar igual, aunque hubieran tocado dos canciones. Si lo piensas ahora, de aquella era todo más integrista. Para nosotros eran esos pijos. Luego, como había habido pérdida económica, nos anduvieron buscando. Por si acaso, cambiamos de imagen una temporada. Nos conocían porque ya habíamos salido en portada de "La hoja del lunes" okupando una casa en La Lila. Así que durante un tiempo nos peinamos, nos pusimos gafas y jerseycillo. Y me acuerdo de uno de Ventanielles que dijo que no, que él pasaba de todo, que no se iba a quitar las pintas. Y a ese lo pillaron. Y creo que a ese le emplumaron. Le perdí la pista. Creo que no lo he vuelto a ver".

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