Desde "planteamiento ideológicos distintos", Alberto Núñez Feijóo sostuvo ayer que si en España hubiese "más presidentes" autonómicos como el asturiano Javier Fernández (PSOE) "el problema de desafección y ruptura" que se plantea en Cataluña "no se hubiera producido". El presidente de la Xunta de Galicia añadió que "hay muchas cosas" que le "unen" al jefe del Ejecutivo regional, al que calificó de político "serio" que, a su juicio, no está siendo suficientemente aprovechado por el PSOE. "Si su partido le escuchase más, estaría mejor de lo que está", aseguró Feijóo, a cuyo homenaje por parte de la comunidad gallega en el Principado no asistió ningún representante del Gobierno autonómico. Sí estuvieron el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, varios concejales ovetenses y una amplia representación del PP regional, con su presidenta, Mercedes Fernández, a la cabeza.

Si las flores políticas fueron para Javier Fernández, los palos se los llevó el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que, sin llegar a citarlo directamente, dirigió Feijóo varios reproches. Así, por ejemplo, le acusó de "olvidarse" de que "es el representante ordinario del Estado en su comunidad autónoma" y de "no ser leal con ese Estado ni con el pueblo al que representa".

Frente al "nacionalismo excluyente", defendió Núñez Feijóo un "galleguismo cordial e inclusivo" que resulta compatible con el "amor a España". En este sentido, el presidente de la Xunta afirmó que "las diferentes identidades no son excluyente y que se puede amar por igual a Asturias o a Galicia que a España".

Preguntado sobre si está disponible para la política nacional, incluso como sustituto de Rajoy, Núñez Feijóo zanjó así el asunto: "Mi compromiso con España es ser el presidente de Galicia".