En una estrecha callejuela del Antiguo de Oviedo hace dos noches medio centenerar de jóvenes se pusieron a sumar para complicarle las cuentas al patriarcado. "Debemos de haber sido unos 50, porque he repartido ese número de tickets". 50 papeles equivalen a 25 besos. Aunque cuando los labios se juntan, las operaciones tienden a ser inexactas y seguro que hubo alguno más. La calle Mon, donde los jóvenes salen vomitados de los bares, fue escenario improvisado para un acto de rebeldía organizada por el colectivo de colectivos, la Folixaria.