El concepto era difícil de llevar a cabo: un "concierto silencioso" en un concesionario. Pero ayer sucedió en Oviedo, y para lograrlo echaron mano de uno de los Dj más conocidos del panorama nacional. Carlos Jean, que horas después tocaría en el escenario de la Plaza de la Catedral, se subió en su atril, enchufó sus aparatos, configuró sus pistas y "conecto" con el coche. Uno de los nuevos vehículos de la marca Ford eran el salvoconducto que el artista usó para llevar a cabo la propuesta que le habían encargado.

Alrededor de unas cincuenta personas se congregaron en el concesionario del polígono Espíritu Santo. Pero al revés de como debería suceder por la noche, esta vez los allí presentes no daban saltos, ni tenían bebidas de la mano. Estaban sentados en el vehículo, dispuestos a escuchar la producción del artista desde el aparato de música.

"Son sesiones cortas, como de una media hora, aunque siempre las planifico en función de la gente que va a venir. Disfruto mucho del sonido de este coche porque es brutal y mola que te mueres. Además, me impresiona porque te da la sensación de que estás pinchando y sólo lo están escuchando los que están dentro. Es una sensación bastante buena", explica el artista.

Las opiniones fueron acordes a lo que Carlos Jean expresó. Arancha Cuesta, Bibiana Fernández y Victoria Fernández son tres chicas que se desplazaron al concesionario. Además, fueron las únicas que estuvieron todo el tiempo dentro de uno de los cinco coches preparados para el evento. Sus impresiones están cortadas por el mismo patrón porque las tres coinciden en que lo que pinchaba Carlos Jean "estuvo genial" y el sonido fue bastante bueno. Después, las tres, como otros muchos de los que allí estaban, se sacaron fotos con el Dj.