Cuando Raúl Rodríguez se asomó a la ventana no se lo podía creer. Lo primero que hizo fue coger el móvil y ponerse a grabar. A poco más de cien metros de su piso, en el solar que antiguamente ocupaba la tejera de San Lázaro, tres corzos y un zorro estaban protagonizando una escena que puede ser cotidiana en mitad de un bosque, pero que no se ve muy a menudo en grandes ciudades como Oviedo. "En esta zona vemos jabalíes por las noches y algún corzo, pero esto ha sido algo especial porque en el mismo sitio había también un zorro interactuando con ellos", explica Rodríguez.

Todo esto ocurría a eso de las nueve de la mañana, a plena luz del día. Y lo mejor estaba aún por llegar. "El zorro empezó a acercarse a los corzos y uno de ellos se enfadó. Cada vez que el zorro se movía un poco hacia ellos el otro le perseguía, pero no era capaz de cogerle", señala Raúl Rodríguez, que en ese momento avisó a sus hijos Nicolás y Óscar para que no se perdieran detalle. "Hubo un momento en el que parecía una interacción cómica", añade el autor del vídeo, que se puede disfrutar en la página web de este diario (www.lne.es).

En la grabación, que dura varios minutos, se ve como el zorro "regatea" al corzo en varias ocasiones, como lo espera echado en el suelo, desafiándole, para después salir por patas cuando está a punto de cogerle. Después se va tan tranquilo, como si no hubiese pasado nada. "Los corzos siguieron allí", subraya Rodríguez.