Hay muchas maneras de peregrinar, pero la verdad es que no es del todo habitual encontrarse a una pareja con un perro y un burro atravesando Oviedo, por las calles del centro, y con pinta de llevar un largo camino. Lo inusual de la imagen, en plenas fiestas de San Mateo, hizo que algunos ovetenses tomaran instantáneas de la pareja --que se expresaba en francés-- para después echarlas a volar entre sus amigos.

Un burro en el centro de Oviedo no se ve todos los días. Con sus alforjas cargadas y una tienda de campaña sobre su lomo, el animal se paseó con sus dueños por la zona de la Catedral y llegó a atravesar un paso de cebra de la calle Jovellanos. Después, según los testigos, los caminantes siguieron camino como si tal cosa.