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San Mateo 2017 La ciudad, en fiestas

Ramiro Fernández: "Las fiestas tienen que evolucionar y culturizarse más"

Venir al desfile del Día de América desde Moreda fue el premio que el peluquero recibió a los 12 años por ser buen estudiante

Ramiro Fernández muestra sus fotos antiguas de San Mateo, como pregonero de las fiestas y de ayudante de los Reyes Magos. MIKI LÓPEZ

Ramiro Fernández, peluquero y psicoesteta de cabecera de varias generaciones de ovetenses y de la selección española de fútbol, debutó en San Mateo en su primera visita Oviedo. Tenía 12 años y sus padres premiaron su diligencia en el estudio trayéndole a ver el desfile del Día de América en Asturias. Ramiro Fernández recuerda bien su llegada a la desaparecida estación del Vasco, desde su Moreda natal, y los barquillos que le compraron en el Campo San Francisco. "Venía del pueblo, nunca había salido de allí y me supieron tan bien...", cuenta. Luego vio pasar a los gigantes y los cabezudos. Ni imaginaba entonces que viviría y prosperaría en Oviedo, que sería el pregonero de San Mateo y Ovetense del Año, concejal de la primera Corporación democrática y hasta ayudante de los Reyes Magos.

Con todo ese bagaje Ramiro Fernández tiene crédito de sobra para opinar sobre las fiestas de San Mateo. "Hay que evolucionar. La sociedad avanza y hay que avanzar en todos los aspectos", comenta. Dice que echa en falta "más cultura". "El Día de América en Asturias ya es rutinario, siempre lo mismo, más o menos", comenta. Él sugiere dedicar la semana de fiestas a organizar actividades culturales en torno al país que lo protagonice cada año, involucrando en ellas a instituciones locales y regionales.

Hubo años de juventud en los que Ramiro Fernández "no perdía comba" en San Mateo. En 1965 vino a hacer la mili y se quedó, en 1966 abrió su peluquería y se hizo socio del Real Oviedo. Reconoce que sentía fascinación por la ciudad. "Aurora Puente y yo no perdíamos comba, vivíamos los dos en San Lázaro e íbamos de los bailes de la Herradura a la ópera, que a ella le gustaba mucho -o nunca había ido a una ópera-. Ella era del Partido Comunista y yo de la Unión de Centro Democrática, nos sacaron una foto en primera página en el periódico, con un titular que decía: 'La verdadera democracia ha comenzado". A Ramiro Fernández, un niñín de Moreda, el último de siete hermanos de una familia humilde, Oviedo se lo ha dado casi todo. Confiesa que cada noche se mira en el espejo y se dice a sí mismo: "Ramiro, ¡qué afortunado eres!".

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