Los concejales del PP se sentaron ayer en primera fila en la misa mayor de San Mateo, capitaneados por su líder, Agustín Iglesias Caunedo, y junto a ellos, de pie al haber llegado algo más tarde y notablemente agripado, Luis Pacho, de Ciudadanos. Las reprimendas al concejal de Festejos del Ayuntamiento, Roberto Sánchez Ramos (IU), por su comprensión hacia el botellón fueron unánimes y de boca de Caunedo salieron críticas al hermanamiento con Cádiz, que considera "una prueba más de los intereses de partido y el sectarismo que hay detrás de todas y cada una de las decisiones del tripartito".

El exalcalde opina que la única razón para justificar esa iniciativa es que "los asesores de Somos en Oviedo colaboran con los del Ayuntamiento de Cádiz" y responsabiliza de esa forma de actuar a todo el tripartito. "Se van repartiendo las ocurrencias para ocupar espacio en los medios de comunicación y espacio político", dijo, pero "en los plenos votan juntos y atropellan todas las iniciativas de la oposición".

La misa de San Mateo, que pone fin a la perdonanza, fue especialmente concurrida

Iglesias Caunedo comentó que él ve al gobierno tripartito como a un Demogorgón o un monstruo de varias cabezas que se atacan e intentan destruirse entre ellas.

La siguiente reprimenda fue para Roberto Sánchez Ramos, que hace unos días, preguntado por el consumo de alcohol en la calle entre los jóvenes, dijo: "Temo más a los 'Bárcenas' que a los botellones". Vino por partida doble, porque a esas declaraciones se refirieron tanto el portavoz del PP como el de Ciudadanos.

El primero censuró la "irresponsabilidad" del concejal de IU y señaló que no se está en la Corporación "para buscar el aplauso y la tribuna permanentemente". Caunedo considera, además, que las afirmaciones de Sánchez Ramos sobre el botellón "dicen poco de su responsabilidad y su compromiso con la salud, la calidad de vida y la seguridad de los ovetenses".

Luis Pacho se manifestó en el mismo sentido e invitó al concejal de Festejos a exponer su opinión sobre el botellón ante los responsables del Plan Local contra las drogas. "El botellón es un problema por el consumo de alcohol entre los jóvenes y por las molestias que causa a los vecinos; no se puede minusvalorar, ni hacer una demagogia que sonroja". Añadió que comparte la preocupación de Sánchez Ramos por "los bárcenas" pero opina que con ello "no ayuda nada a resolver los problemas locales". El concejal de Ciudadanos confía, por otra parte, en que con la extinción de la SOF (Sociedad Ovetense de Festejos) se imponga "un nuevo modelo de gestión y de fiestas". "Tenemos las mismas que hace veinte años, ya es hora de renovar el modelo y hacer unas acordes al siglo XXI", añadió.

Los portavoces de la oposición municipal formularon todas esas declaraciones a la salida de la misa de San Mateo, que se celebró al mediodía en la Catedral y que este año estuvo especialmente concurrida.

Fue presidida por el deán, Benito Gallego, -el Arzobispo Jesús Sanz estaba ayer en Covadonga- y al acabar el Sudario fue expuesto a la vista de los fieles, como acto final de la perdonanza o jubileo de la Santa Cruz, que está en el origen de las fiestas de San Mateo. En su homilía el deán lanzo un mensaje de apoyo a las víctimas de las últimas catástrofes naturales, en México y las islas del Caribe, y a las del terrorismo.