Los trazos de una nueva generación de ilustradores cubren las paredes del vestíbulo de la Escuela de Arte de Oviedo desde esta semana. Autorretratos y dibujos hiperrealistas, caricaturas, ilustraciones para cuentos, carteles... Puro dibujo, presentado bajo distintos formatos, que revelan la mano joven y prodigiosa de los alumnos del centro. "El oficio de ilustrar" es el título de la exposición colectiva que estará abierta en el centro del Cristo hasta el 20 de octubre y que reúne los mejores trabajos de dieciocho de sus estudiantes.
La muestra ya pudo verse hace unos meses en Gijón y está dirigida por la responsable del departamento de Ilustración de la Escuela, María Luisa Torcida. El día de la inauguración, la profesora puso de manifiesto que iniciativas de este estilo solo son factibles "si hay buenos profesores y buenos alumnos, que los hay" y destacó la excepcionalidad de los alumnos de Ilustración, que ingresan en la Escuela tras superar una exigente criba. El año pasado, en el primer curso, fueron dieciséis.
La exposición, a la que se puede acceder de lunes a viernes de nueve de la mañana a tres de la tarde, "trata de mostrar las múltiples intenciones de un mismo oficio", según sus organizadores. Por eso, entre las obras seleccionadas por María Luisa Torcida hay ilustraciones infantiles, para cuentos como el de "Ricitos de Oro", papeles pintados en los que se repite interminablemente un mismo y diminuto motivo, caricaturas de personajes de actualidad -Belén Esteban o Donald Trump, sin ir más lejos- o de protagonistas cinematográficos como el Severus Snape de "Harry Potter".
Entre los alumnos del ciclo reina la camaradería, y eso hace que aprendan más y mejor. Los trabajos que se exponen en "El oficio de ilustrar" están hechos en clase, en su mayoría. También hay algunos proyectos personales, que sirven para estampar camisetas, barajas o llaveros, por poner algunos ejemplos. Entre los compañeros comparten conocimientos. Patricia Moreno comenta que muchos de ellos nunca se habían enfrentado al reto de dibujar una caricatura y no sabían ni cómo empezar a prepararla. Iván Cuervo, uno de ellos, tenía más experiencia y compartió sus conocimientos con los demás. Los profesores hicieron el resto y también contribuyó la charla que les dio Pablo García, ilustrador de LA NUEVA ESPAÑA, que fue invitado por el centro a compartir un rato con la nueva generación de ilustradores. El resultado es impactante. Para comprobarlo basta detenerse ante la versión de "Les Luthiers" firmada por Nerea González y el de Severus Snape, de Patricia Moreno.
La exposición del ciclo de Ilustración contiene material hiperrealista y trabajos más expresivos. Entre el primero están los autorretratos que los alumnos hicieron de sus miradas al poco de empezar el curso. María Luisa Torcida explica que constituyen un punto de partida. "Si conoces tu mirada, te conoces a ti mismo", afirma, y asegura que contemplando la expresión de esos ojos, capturada simplemente con papel y lápiz, "se puede hacer un análisis de la personalidad" de sus propietarios.
Los patrones de imágenes, como los de Laura Murias, son otro de los primeros ejercicios que tienen que resolver los estudiantes de Ilustración. Son motivos sin fondo, descontextualizados y que se multiplican indefinidamente. Su aplicación práctica la encuentran en los papeles para la decoración del hogar o en tejidos y, en general, en cualquier estampación.
Otra de las aplicaciones del dibujo, una de las más populares, es la ilustración de cuentos y narraciones, infantiles y para adultos. María Amat creo sus propios personajes, a partir de un relato muy elemental. Así surgió su serie de la abejita, el cocodrilo o la rana roja, y alguno más que pueden contemplarse durante estas semanas en la Escuela de Arte. Carol Herrero también puso sus lápices al servicio de la imaginación infantil, trasladando a imágenes los avatares de "Ricitos de oro". Con sus líneas sinuosas, la ilustradora busca que los osos no resulten amenazantes para los niños y "no los asusten".
Nora García es la autora de los retratos de animales que cubren las paredes de la Escuela de Arte, perros sobre todo pero también otras especies. Ya tiene cierta experiencia, y es la autora del cartel de la última edición de la Cometcon, la Convención Juvenil de Ocio Alternativo que se celebra anualmente en Oviedo, y de una colección de posavasos con dibujos de animales para el núcleo zoológico "El Bosque" de San Esteban de las Cruces.
Sus obras no tienen mucho que ver con los inquietantes retratos de Iván Cuervo, que expone una serie dedicada a los villanos cinematográficos, de Hannibal Lecter -encarnado en Anthony Hopkins- a Jack Torrance -en Jack Nicholson-. Suyo es también el cartel de presentación de la exposición, un impresionante retrato de la princesa Leia, de "La Guerra de las Galaxias". "Soy muy fan de todo lo que dibujo", explica el joven ante sus creaciones, reconociéndose seguidor de la serie galáctica y del cine de terror. "Dibujo lo que consumo", afirma. Los intereses personales también son el motor de muchos de los trabajos de Nacho Martínez Elduayen, un músico que toca en las bandas "Rorshack", "TRT" y "Nocivos" y al que recurren los colegas para los carteles de sus conciertos y festivales o para estampar sus camisetas.
Con lo mejor de sus ilustradores arranca el programa expositivo de la Escuela de Arte de Oviedo por este curso. El pasado se cerró con muestras como "Herstoria: la historia de ellas", en el propio centro; "Proyectarte", en la sala Borrón, con los mejores proyectos finales realizados por los alumnos; o "Fragmentos", que reunía los trabajos colectivos de tres grupos de alumnos de la Escuela.
A lo largo del curso que acaba de empezar y que llega con un cambio en la dirección, recientemente asumida por Rubén Noval, habrá, como siempre, muchas citas atrayentes para los interesados en el arte.
