La patronal del sector hostelero Otea salió ayer al paso de las declaraciones del portavoz de Podemos en la Junta General del Principado de Asturias, Emilio León, en las que reclamaba extender el modelo de los chiringuitos de San Mateo a otras fiestas de la región. Los hosteleros exigen que se extingan de las fiestas los chiringuitos que "sólo sirvan para financiar a los partidos políticos" al considerar que suponen una competencia "desleal, ilegal, injusta y una afrenta" para los profesionales.

El colectivo de hosteleros de ámbito regional, presidido por José Luis Álvarez Almeida, rechaza los argumentos de León, que considera que este tipo de establecimientos gestionados por colectivos mejora "la cohesión social" de las fiestas populares. Los empresarios hosteleros dicen no tener nada contra chiringuitos como el de las peñas del Oviedo o los de las asociaciones vecinales, pero califican de "abusiva" la práctica de gestionar las casetas con la única finalidad de financiar actividades políticas.

Recuerdan que "la realidad" de los chiringuitos es que permiten "realizar la misma actividad que un profesional al que hacen competencia" y, a juicio de Otea, no aportan ninguna ventaja a los ciudadanos, diferente de la que podría aportar los propios hosteleros.

Por otro lado, critican que el agravio que suponen para su actividad hostelera los chiringuitos "se multiplica", debido a que, a su entender, no se miden con el mismo rasero los requisitos que tienen que reunir los locales, dependiendo de quién los regente. "A los chiringuitos no se les aplica el mismo nivel de exigencia que a los profesionales hosteleros en el cumplimiento de todas las obligaciones que conlleva la actividad hostelera: sanidad, laboral, tributaria", sostienen fuentes de Otea, que reclaman al Principado que tome nota de sus reivindicaciones y elimine este tipo de actividades dedicadas a la venta de comidas y bebidas bajo la gestión de agrupaciones políticas.

Otea muestra desde hace meses su rechazo a la decisión del tripartito de Oviedo de incluir cuatro nuevos chiringuitos repartidos entre la Corrada del Obispo y El Campillín. El gobierno local también ofertó y montó 14 casetas para hosteleros en el Bombé.