Las figuras de la inercia asturiana fueron profetas en su tierra con motivo de un descenso del Naranco que cada vez gana más adeptos. La prueba de carrilanas, vehículos de inercia de diferente tipo que carecen de motor, del emblemático monte ovetense reunió a 47 pilotos de diferentes regiones y categorías que brindaron un espectáculo único en el que los asturianos Christian Marugán y David Corte salieron triunfantes y el público disfrutó de lo lindo con conducciones tan temerarias como espectaculares.

La cita obligó a cortar la carretera del Naranco desde el cruce de Ules. Los monumentos del prerrománico fueron testigos de excepción de vehículos en forma de bicicleta, de karts, de patines e incluso monopatines que en algunos momentos pusieron el corazón de los presentes en un puño con salidas de pista como las vividas en la chicane de San Miguel de Lillo, donde se congregó un mayor número de asistentes.

Marugán se hizo con el triunfo con un tiempo de dos minutos y 28 segundos, aventajando en cinco segundos a Corte en la categoría Neumática. En el apartado de bicicletas de gravedad la victoria fue para el cántabro Alejandro Calleja por delante del vasco Aarón Delgado, mientras que el piloto asturiano Amador Suárez se impuso en la categoría de trineos de asfalto y la también asturiana Laura Huerta fue la única participante en la modalidad de skeleton.

La organización de esta cita que lleva por nombre "Ciudad de Oviedo" y se celebra desde hace un lustro se mostró satisfecha por el resultado tanto a nivel deportivo como de poder de convocatoria. "Lleva su trabajo, pero estamos muy contentos", indicó Gabino Palicio, representante de la Federación de Inercia Asturiana, que busca con estas iniciativas ganar más adeptos.