El secretario de la Asociación de Empresarios de Pompas Fúnebres de Asturias, Jorge Feito, quiso dejar claro ayer que "no hay nadie del sector funerario que esté involucrado en este escándalo". "Este tipo de cosas puede perjudicar mucho a un sector en el que existe una gran profesionalidad y por eso hay que dejarlo claro. Los presuntos culpables son trabajadores de la empresa concesionaria del cementerio y no de una funeraria", sostiene. Los enterradores detenidos pertenecen a la empresa Furesa, la firma del grupo Funerarias Reunidas, "pero es un negocio independiente", añade el secretario de la asociación. Fuentes de la empresa explicaron que abrirán un expediente a la espera de lo que resuelva la justicia.