¿Lo necesito?, ¿pasa algo si no me lo compro? Estas son las dos preguntas a las que la bloguera ovetense María Cañal recomienda responder para no dejarse llevar por el consumismo. Lo dice por experiencia. Ha estado un año sin comprar ropa, calzado o elementos de decoración dentro de la iniciativa "un año sin compras", de fama mundial. La conclusión de la asturiana está clara: "en realidad no necesitas tantas cosas".

En septiembre del año pasado en casa de esta ovetense tocó limpieza general. "En ese momento me dí cuenta de la cantidad de cosas que tenemos y no usamos". Ahí empezó todo. Decidió no meter más cosas en casa y sacar todas aquellas que ya no necesitaba. Donó ropa y juguetes y emprendió un viaje en el que se propuso vivir con lo que tenía. "No me pareció difícil, sino relajante. Me sentí más libre".

La clave de su andadura fue buscar nuevos hobbies, desvinculados de la típica tarde de compras. Buscó en el deporte y la naturaleza una nueva vía de diversión. "Lo más complicado fue frenar el impulso; somos consumistas por arrebatos y por costumbre". No caer en la tentación de comprar elementos de decoración también le resultó difícil a esta decoradora de interiores. Sin embargo, una vez superó la primera etapa, la más difícil, Cañal comenzó a sentirse libre. Una tarea en la que también colaboró su hijo Nico, muy implicado con la causa. "Le compré lo mínimo posible a mi hijo y opté por intercambiar ropa con amigas que tenían hijos mayores". Aunque su reto de un año sin compras terminó el pasado 21 de septiembre, su mentalidad no ha cambiado y está concienciada para consumir de una forma más responsable: "mi idea es tener poco pero bueno; ir más a la calidad que a lo que está de moda". Por eso, la primer compra que ha hecho en un año han sido unos zapatos cómodos que necesitaba por una lesión de tobillo.

Un reto superado y otro en el horizonte. La bloguera de estilo de vida, viajes y decoración le ha declarado la guerra al plástico siguiendo la corriente "cero waste" (residuos cero). Cuando va al mercado, la frutera ya le pide su bolsa de algodón. También se ha comprado un carrito de tela donde meter todos los productos de alimentación. Para el detergente, utiliza una bolsa de cartón y lo compra en un establecimiento donde lo sirven a granel.

María Cañal quiere ahora aportar su granito de arena al mundo. Además de compartir lo aprendido con la experiencia en su blog, este año ha procurado que los ponentes del evento de blogueros que organiza cada año en la ciudad sigan su filosofía de vida y puedan aportar algo más al mundo que explicar cómo se hace una buena foto para Instagram.