Las cuentas del presupuesto de 2018 del Ayuntamiento de Oviedo empiezan a salir de la cocina del área de Economía del concejal Rubén Rosón y van camino de la mesa de negociación con el resto de socios del gobierno tripartito. La certeza, de momento, está en el gasto corriente, de unos 200 millones de euros, y las dudas tienen más que ver con el capítulo de inversiones. En el borrador, suman 70 millones de euros e incluyen todas las peticiones de las distintas concejalías, con obras como la conversión del fallido spa del Naranco en equipamiento deportivo (4,5 millones) o el polideportivo de Trubia (2,5 millones) a la cabeza.

Por áreas, la de Edificios y Patrimonio Municipal es la que más inversiones reclama, un total de 34,5 millones de euros, aunque se incluye ahí una reserva de 17 millones para atender una posible setencia contraria a los intereses municipales por el rescate de la concesión del Palacio de Congresos de Calatrava. El resto del detalle de este apartado se engorda con la renovación de los sistemas de calefacción en el Palacio de los Deportes (un millón), mejoras en el Tartiere (2,5 millones) y las citadas obras en el fallido spa del Naranco y el polideportivo de Trubia.

Infraestructuras es la segunda área que más dineros de inversión reclama. En total, suma más de 14 millones e incluye actuaciones de mejora de accesibilidad (un millón), pavimentos (otro millón), señalización del Camino de Santiago (otro más), mejoras de urbanización en Olivares y la Ronda Sur (dos millones en total) o los casi dos millones que supone también la gran reforma de la Losa de Renfe para evitar filtraciones de agua.

Aunque estas son las dos áreas que destacan en el capítulo inversor, en las restantes se pueden rastrear algunas inversiones importantes, como medio millón de euros para el bulevar de San Julián de los Prados, más de un millón para expropiaciones, en Urbanismo, o las mejoras en el saneamiento y en los depósitos de la zona rural que suman dos millones y medio de euros en las peticiones de Agua.

Esta lista de peticiones no se corresponde, no obstante, con la realidad inversora del año pasado. Las cifras pueden incluir ejecuciones plurianuales, proyectos que ya se han empezado a ejecutar, otros que no podrán llegar a desarrollarse el año que viene o, como en algunas de las actuaciones ya citadas, planes que cuentan ya con otro tipo de financiación, como todas las referidas a la zona Este de la ciudad englobadas en las ayudas de los fondos europeos Dusi.

La misión del concejal de Economía, Rubén Rosón, es plantear ahora a sus socios en el gobierno de Oviedo distintos escenarios presupuestarios. El primero, y el que él defenderá, consiste en financiar toda la inversión con base a un crédito. Dadas las buenas condiciones que dan ahora los bancos, Rosón lo considera el escenario "idóneo", ya que eso permite aumentar más el gasto corriente y alguna partida de ayudas sociales. Para que este escenario pueda ser viable es necesario que se cumpla la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera que exigen las leyes nacionales del ministro Montoro para la administración local. Pero el concejal de Economía asegura que las cuentas, en principio, cumplen,

Y aunque con ese planteamiento se podrían pedir inversiones hasta lo que dé el crédito, Rosón pedirá que se limiten a la capacidad de ejecutar obras, que calcula entre 10 y 13 millones de euros.

Los otros escenarios pasarían por financiar con fondos propios toda la inversión, lo que obligaría a recortar en el gasto, o hacerlo sólo parcialmente, para lograr acelerar la ejecución de las obras que no van con cargo al crédito.