Los operarios del Ayuntamiento de Oviedo ya han vuelto a pintar de arcoiris los bancos de la Plaza de La Escandalera que amanecieron el jueves, el día de la fiesta nacional, con los colores de la bandera de España. Según denunciaron varios jóvenes, tres encapuchados armados con espráis fueron los que cambiaron el emblema del colectivo LGTB -lesbianas, gais, bisexuales y transexuales- por la rojigualda, un acto calificado de “vandálico” por parte del Consistorio y que a su vez dio lugar a otra respuesta incívica. “Al día siguiente --por ayer-- apareció otra pintada en blanco sobre uno de los bancos con un mensaje en asturiano”, explica Ricardo Fernández, el concejal de Seguridad Ciudadana. La frase que tapaba una de esas banderas de España era “Puxa Asturies”.

Los bancos dañados -un total de cinco- iban a repintarse el mismo viernes, pero la celeridad con la que el Ayuntamiento movió ficha se frenó en seco en la comisaría de la Policía Local. “El jefe del servicio de la noche no había recibido oficialmente el aviso e hizo bien en no darles la autorización a los operarios para que llevasen a cabo el trabajo. Se arregló para el día siguiente y no hubo más problema”, señala el edil. Es decir, que los bancos volvieron a pintarse durante la noche del sábado. Hoy, a eso de las dos de la tarde, muchos de ellos ya estaban ocupados y el resto lucían como nuevos. “A mí me da igual del color que sean, lo que quiero es poder sentarme en una zona que es muy bonita”, dice Margarita González, una mujer que acude “casi todos los días” a echar un rato en La Escandalera.

El Ayuntamiento llegó a barajar en un primer momento la posibilidad de devolver los bancos a su color original (madera), aunque se desechó. “Tenemos un contrato de mantenimiento de bancos ya pagado que condiciona que el color sea madera y el arcoiris hay que pagarlo aparte, pero pensamos que está bien así y que la ciudad lo respeta”, dice Ricardo Fernández.