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La residencia Altamira reabre sus puertas

El inmueble, situado en un extremo del Colegio América, acogerá a profesores invitados e investigadores de la Universidad

Ignacio del Río, en un salón de la residencia Rafael Altamira. MIKI LÓPEZ

La residencia universitaria Rafael Altamira será reinaugurada hoy, tras un periodo de once años de cierre, por el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda. Situada en el extremo izquierdo del edificio del Colegio Mayor América, abre sus puertas tras una completa rehabilitación que supuso una inversión de unos 60.000 euros.

La residencia cuenta con siete habitaciones (dos de ellas dobles) con terraza, televisión y wifi. Un salón es el lugar común. Dispone de nevera, cafetera y una gran televisión. El desayuno, la comida y la cena se pueden hacer en el Colegio América.

La residencia está enfocada principalmente a profesores visitantes, a los que vengan a tesis doctorales, a personal de administración y servicios que acudan a estancias cortas y a investigadores. "Son unas instalaciones que hacían mucha falta en la Universidad y fue una pena que se tuvieran que cerrar poco después de abrirlas, como consecuencia de las obras en el Colegio Mayor América", explicó a este periódico el director de los colegios mayores y residencias de la Universidad de Oviedo, Ignacio del Río Calvo.

La demanda de la nueva residencia es muy grande. "No sólo se va a amortizar la inversión, sino que los profesores y toda la gente que venga de fuera se llevará una buena imagen de la Universidad de Oviedo, ya que hasta ahora tenían que alojarse en el América, compartiendo su estancia con los estudiantes, que tienen otra dinámica. Aquí estarán más tranquilos", añadió Del Río.

"Es uno de los objetivos que teníamos cuando empecé como director de los colegios mayores, y, por suerte, lo hemos visto cumplido en menos tiempo del que teníamos previsto", puntualizó el responsable del equipamiento.

Una residencia que, además, redundará en la mayor ocupación de los dos colegios mayores: el América y el San Gregorio. En ambos había reservadas habitaciones de protocolo y profesorado, que ahora se ganaron para los estudiantes. Los dos colegios están llenos y, de hecho, en el San Gregorio nunca hasta ahora tuvieron 102 personas alojadas. En el América hay 72 plazas, de las que están ocupadas 68, porque dos están reservadas para discapacitados y otras dos son de protocolo. Una de ellas está ocupada por una jugadora del equipo de baloncesto de la Universidad.

Mieres y Gijón

"Nos queda llenar la residencia de Mieres, que sólo tiene una ocupación continua de un cinco por ciento, y que se está llenando con grupos y personas que asisten a congresos y reuniones. Aunque está a doce minutos de Oviedo, y enfrente de la estación de autobuses, los estudiantes no terminan de elegirla porque prefieren estar en Oviedo, y los alumnos de Gijón tienen muchas facilidades para el transporte. Hay que buscarle otros usos", advirtió Ignacio del Río.

La residencia Rafael Altamira se había cerrado porque todas las conexiones de electricidad y gas estaban unidas al edificio del Colegio Mayor América. Cuando se hicieron las obras de esta residencia hubo que cerrarla. Un periodo en el que se metieron okupas que destrozaron las habitaciones. Ahora, los servicios de calefacción y electricidad ya son independientes del América.

De cara al futuro, Ignacio del Río sostiene que es necesaria una residencia en el Cristo. De hecho, dentro del plan estratégico de la Universidad se propuso al Principado hacer una gran residencia con vistas al futuro. Pero ahora, el plan inmediato es abrir la de Viesques (Gijón) a lo largo del año 2019.

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