Por una vez, los cacos no se salieron con la suya en Colloto. La rápida actuación policial permitió detener en la madrugada de ayer a dos hombres justo en el momento en que se encontraban desvalijando un bar de la calle Luis Suárez Ximielga. Tres minutos fue el tiempo que una patrulla de la Policía Nacional necesitó para presentarse en el lugar y dar caza a un par de individuos que ya se frotaban las manos con el botín, pero que finalmente tuvieron que entregarse al fracasar su desesperado intento por huir de unos agentes que ahora investigan su implicación en otros hechos similares ocurridos recientemente en la zona.

Fue aproximadamente hacia las cuatro y media de la pasada madrugada cuando la Policía comenzó a recibir las llamadas de vecinos, alertados primero por el ruido de cristales rotos y posteriormente por la alarma del propio local. Los cacos emplearon la estrategia de utilizar una tapa de alcantarilla para romper en pedazos la cristalera del local e improvisar así un acceso directo al mismo. Una vez dentro, reventaron la máquina tragaperras y comenzaron a desvalijar todo lo que pudieron en busca de dinero sin darse cuenta del ruido que estaban haciendo.

Los testigos aseguran que la reacción de los cuerpos de seguridad no pudo ser más rápida. "En tres minutos estaban ya aquí", destacan sobre un operativo cuya eficacia permitió pillar in fraganti y con las manos en la masa a dos hombres que se las prometían felices. "Les pillaron por sorpresa y trataron esconderse, pero no pudieron", explica la titular del establecimiento, Leonor Tarifa, que relata cómo los cacos intentaron resguardarse en una especie de armario empotrado del bar para zafarse de los agentes. "Creyeron que así no los verían, pero les salió mal la jugada", comenta.

La detención supone un alivio para los vecinos de Colloto, que aseguran estar hartos de episodios de este tipo. "Dos menos que, de momento, tendremos por la calle", comentaban acerca de unos ladrones sobre los que la Policía Nacional asegura que investiga su relación con "otros episodios similares" ocurridos tanto en la localidad como otros núcleos de población cercanos. Aun así, descartan que los apresados sean los mismos que el pasado julio robaron un coche a punta de pistola frente a una empleada de un supermercado cuando salía de su puesto de trabajo, ni los que asaltaron una sucursal bancaria en marzo de este año.

Incluso más satisfechos se mostraron los regentes del negocio que después de nueve años en Colloto ya habían sido víctimas de un episodio de similares características en el año 2010. Por aquel entonces, no tuvieron la misma suerte que ayer. "Nos hicieron un gran estropicio y a día de hoy todavía no sabemos quiénes fueron los responsables", declara Leonor Tarifa, que ayer no tuvo más remedio que "limpiar y abrir como cualquier otro día" porque "hay que ganarse la vida", afirma.