La idea era abrir un establecimiento creando la imagen de una marca de calidad, estructurando una gran empresa aunque aparentemente se encargara de un sector pequeño. Caramelo abrió hace veinte años en Oviedo y ayer celebró su aniversario con una fiesta en plena calle. "Hemos creado una marca de calidad, una imagen que se envuelve de color y luz y con un personal especializado", comentaron ayer sus responsables. Cuando el cliente ve la imagen de Caramelo "comprueba fácilmente que es una marca que da confianza, te da buena sensación y te transmite calidad", aseguran los dueños.

La empresa abrió en la calle Melquiades Álvarez y con el paso de estos años tienen tiendas en Doctor Casal (que sustituyó a la primera), en el Fontán, en el centro comercial Salesas y en la calle Uría de Oviedo.

El éxito de Caramelo es el trabajo, el esfuerzo de todos los que forman parte de la empresa y sobre todo darle a la golosina un giro de innovación que ha gustado al cliente.

La fiesta, con música, regalos y sorpresas, que celebró ayer Caramelo en la tienda de Doctor Casal sirvió para intentar devolver al cliente "todo lo que nos ha dado durante estos veinte años".