La decisión del tripartito de obligar a los taxistas a detener sus vehículos de manera obligatoria una vez a la semana a partir del 1 de enero suma detractores. Al rechazo frontal de la patronal del sector, que está dispuesta a "llegar donde haga falta" por lo que considera "una medida arbitraria y antisocial" se añade ahora la negativa del PP, que anuncia su rechazo a la iniciativa y su futura retirada cuando vuelvan a gobernar en la ciudad. No obstante, también existen voces dentro del propio mundo del taxi, eso sí, a nivel individual, que recuerdan que los descansos forzados ya existen en otras ciudades como Gijón y Avilés, donde "funcionan con éxito".

La asociación de empresarios de auto-taxi del Principado de Asturias (Asotaxi), que asegura representar a más de 500 familias vinculadas al sector, insiste en su "profundo rechazo" a una paralización obligatoria que el Ayuntamiento apoya en cuestiones de seguridad y salud laboral, cuando recuerdan, los trabajadores están "realizando descansos aleatoriamente y la inmensa mayoría del colectivo se opone a un descanso programado". Ante la situación, que califican de "falta de respeto y menosprecio al colectivo", indican que no se mantendrán de brazos cruzados y prepararán movilizaciones. "Se adoptarán las medidas pertinentes encaminadas a que el Ayuntamiento cambie su actitud", señala el presidente de Asotaxi, Manuel Arnaldo Alba, que aprovecha para hacer un llamamiento a la ciudadanía, en especial a los usuarios habituales, para que apoyen su causa.

De momento, ese llamamiento ha recibido la respuesta del portavoz del PP en el Consistorio ovetense, Agustín Iglesias Caunedo, que ayer mostraba su sorpresa por la manera de dar a conocer una decisión que atañe a muchos trabajadores y ciudadanos. "Era lo que nos faltaba por ver: medidas a la fuerza, sin escuchar a los taxistas, contrarios a la medida, que además se han tenido que enterar por la prensa", indicó el exalcalde.

Los populares aseguran que la imposición de los descansos es una decisión que se hace "de espaldas a los interesados" y lo califica como "un nuevo ataque a los empresarios y la actividad económica". A juicio de Caunedo, forzar la paralización de los taxis un día por semana puede considerarse un "injerencia arbitraria e injustificada" en el sector. Aunque reconoce que "el rodillo del tripartito hará imposible reconducir la situación", advierte que su formación mostrará su desacuerdo "por los canales oportunos" y anuncia que en caso de que los populares vuelvan a gobernar, la medida aprobada mediante resolución por el socialista Ricardo Fernández, "será retirada en la primera junta de gobierno que se celebre".

De todos modos, también existe alguna voz discordante con la de la patronal y el principal partido de la oposición que no ve con malos ojos la propuesta municipal. Es el caso del taxista Rixar García, que reconoce que la idea de descansar por turnos un día de cada siete "generará pros y contras", pero recuerda que ya existe en otras ciudades, entre ellas las asturianas Gijón y Avilés y "el tiempo dará y quitará razones". El propio García asegura que el debate sobre la posibilidad de establecer descansos obligatorios es algo que viene de lejos, pero no fue hasta ahora cuando el gobierno ovetense se decidió a tomar cartas en el asunto.

Entre los argumentos favorables a que se limite la circulación de taxistas mediante descansos obligados se encuentra la consecuencia de que las jornadas serán mucho más rentables. "El trabajo será el mismo, pero al haber menos taxis en funcionamiento tocarán a más carreras", explica García, que calcula que lo iniciativa el volumen de vehículos en funcionamiento se reduciría en torno a un 30%, lo que supondrá una aumento en la carga de trabajo de los taxistas que actualmente están viendo cómo sus esperas por clientes son cada vez mayores. "Hay días en los que pasan las horas y apenas se hacen servicios", indica el profesional.

Con todo, incluso los partidarios de los descansos reclaman que la resolución municipal, para la que hay un plazo de diez días para presentar alegaciones, incluya modificaciones para situaciones puntuales. "Sería justo que además de levantarse los descansos para San Mateo y Navidad se pudiese hacer para eventos concretos como conciertos u otros acontecimientos", sugiere Rixar García.