La parroquia de Villapérez despidió ayer a uno de sus vecinos más populares. Ricardo Valdés, más conocido como Calo, falleció en Oviedo a los 79 años de edad dejando tras de sí una vida cargada de trabajo sobre la que levantó un grupo de tres empresas vinculadas al sector del transporte y la extracción de minerales que cuenta actualmente con unos 40 empleados.

Desde su juventud, Calo había estado muy vinculado al mundo de las canteras. Junto a su hermano Enrique dirigió la cantera El Orgaleyo, así como las empresas Caleros de Brañes y Transportes Herederos de Celedonio Fernández. Compañías todas ellas que desde su jubilación son dirigidas por los herederos de ambos.

El empresario deja viuda, dos hijos y tres nietos, así como tres hermanos y muchos amigos y compañeros de batallas en su larga trayectoria laboral y al frente de sus negocios, que le hicieron ser una persona muy conocida tanto en su Villapérez natal como en otros puntos de Oviedo y otros municipios de la región.

Directivos, socios y empleados de sus empresas, así como representantes de otras compañías vinculadas al sector con las que mantuvo relación a lo largo de su vida empresarial mostraron ayer su profundo pesar por la pérdida del que fuera todo un referente tanto en lo profesional como en lo familiar y muchos de ellos pasaron ayer mismo por la capilla ardiente que permanecerá instalada en la sala número 12 del tanatorio Puente Nora de Lugones hasta poco más de las cuatro de la tarde. Desde allí, el cuerpo será trasladado a la parroquia de San Vicente de Villapérez, donde está previsto que se celebre a las cinco de la tarde un funeral de cuerpo presente. Acto seguido, el fallecido recibirá cristiana sepultura en el cementerio de la misma parroquia ovetense.