Los historiadores y expertos en restauración aplauden la inversión de un millón de euros que el Ministerio de Cultura destina a la recuperación de las pinturas y murales de la iglesia de San Miguel de Lillo y, al tiempo, animan a las administraciones públicas a incrementar las aportaciones para completar todas las actuaciones planteadas en el plan del Prerrománico, redactado por Fernando Nanclares y Antón Capitel hace una década. Es más, Lorenzo Arias, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, asegura que la actuación, a su juicio "muy necesaria", puede desvelar "aportaciones iconográficas nuevas" en el monumento de la falda del Naranco, vecino de Santa María.

Arias considera que San Miguel de Lillo San Miguel de Lilloes la iglesia prerrománica que "más necesita esta restauración" y felicita a la cúpula de la Consejería de Cultura, porque, a su juicio, "busca realmente acelerar el proyecto de recuperación" de murales. A este respecto, el profesor valora que se haya conseguido paliar la falta de recursos propios con una aportación ministerial que ve "indispensable aquí y ahora".

También considera "absolutamente necesario" este proyecto ya en licitación Natalia Díaz-Ordóñez Melgarejo, la restauradora que fue comisaria de la exposición "Santullano, viaje al Siglo IX", organizada por LA NUEVA ESPAÑA. A su juicio, la cuantía de la inversión permite una intervención con "un nivel excelso" que debería de extenderse al resto de monumentos prerrománicos, "para completar con garantías los objetivos del plan" estratégico de Capitel y Nanclares.

El propio Fernando Nanclares también se muestra "muy satisfecho" con un proyecto para San Miguel de Lillo por el que, afirma, "llevamos mucho tiempo esperando". Este arquitecto sostiene que las obras que se plantean son "necesarias", aunque reconoce que lo más urgente en la iglesia -la restauración de las figuras del "Músico" y del "Entronizado"- está ya hecho.

"Confío en que la actuación se encargue a gente profesional y que se haga bien", apunta Fernando Nanclares.

Por su lado, Jesús Puras, el experimentado restaurador que ha dirigido las últimas intervenciones de urgencia en esta joya prerrománica, se muestra bastante más escéptico que el resto de expertos consultados. Además, anuncia ya que no presentará una oferta para hacerse con el contrato que acaba de sacar a licitación el Ministerio de Cultura, con cuyos métodos de trabajo no se muestra de acuerdo. "Esperemos que lo hagan bien y no como en la iglesia de Santo Adriano de Tuñón, que quedó mal rematada", apunta Puras, quien, no obstante, reconoce que el millón de euros de la Administración central debería bastar para resolver definitivamente los problemas de las pinturas. No obstante, sostiene que lo más urgente ya ha podido ser atajado tras las intervenciones llevadas a cabo tanto en la figura del "Entronizado" como en la del el "Músico".

La intención de Cultura es que la próxima primavera arranquen las esperadas obras de restauración de las pinturas y murales de la iglesia, con un presupuesto total de 999.944 euros (IVA incluido), aportado en su integridad por el Ministerio de Cultura, y con el objetivo de que estén concluidas en el verano de 2019. El proyecto se encuentra ahora en fase de licitación y, si nada se tuerce, será adjudicado entre febrero y marzo de 2018. Incluye la redacción de un plan de mantenimiento preventivo en el que se detallarán los riegos a los que está sometido el inmueble y cómo se pueden controlar para evitar futuros deterioros. Además, también está previsto que se realice un detallado estudio microclimático en el interior del edificio para determinar el impacto de la iluminación natural y de la radiación ultravioleta, con el objetivo de conocer las condiciones ambientales a las que están expuestas las pinturas, los murales y la decoración pétrea del milenario templo.

El Servicio de Conservación y Restauración de Obras de Arte del Ministerio de Cultura obligará a la empresa adjudicataria a grabar en vídeo la intervención, con el objetivo de que se pueda ir visionando el avance de los trabajos a través de pantallas instaladas en el centro de interpretación del Prerrománico.

El plazo de ejecución de las obras está fijado en 16 meses, por lo que si, finalmente, la adjudicación se realiza en torno al próximo marzo todo estará listo para el verano de 2019.